Compartir almuerzos y comida en torno a las brasas es una de las tradiciones de las Fiestas del Villar de Corella
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El Ayuntamiento de Corella, que lleva más de 30 años proveyendo de sarmientos a los vecinos para la festividad de la Virgen del Villar, ha anunciado cambios en la gestión de este tradicional reparto. Este año, los sarmientos serán adquiridos en un municipio navarro para optimizar recursos y reducir costes, medida que permitirá que el personal municipal que se dedicaba a recoger sarmientos en las viñas corellanas se dedique a otras tareas.

Nuevas medidas para preservar la tradición

El próximo domingo, 4 de mayo entrarán en vigor una serie de medidas diseñadas para garantizar un uso más responsable de los sarmientos y hacer viable esta tradición en el futuro.

Los corellanos abonarán un precio simbólico de 1€ por cada samanta de sarmientos, y el dinero recaudado permitirá encargar un mosaico con la imagen de la Virgen del Villar, que el Ayuntamiento instalará en la plaza.

El acceso a las samantas se hará a través de un sistema de fichas. Desde 15 días antes de la festividad, se venderán fichas que podrán canjearse por samantas el día de de la fiesta. Habrá un número limitado de fichas disponibles acorde a las samantas disponibles y se reservará un porcentaje para repartir el mismo día del Villar.

La tercera novedad será que habrá un control del reparto, de modo que cada persona podrá adquirir un máximo de cinco samantas, que deberán consumirse en el recinto del Villar. Solo en caso de lluvias fuertes o alertas meteorológicas se permitirá sacarlas fuera del recinto.

Las samantas se entregarán entre las 8:00 y las 12:00 de la mañana, con personal encargado de supervisar el proceso.

El objetivo es solventar abusos y otros problemas

El Ayuntamiento ha tomado estas decisiones tras observar problemas recurrentes en años anteriores, como abusos en el reparto y la devolución de una gran cantidad de samantas sin usar. Además, el coste anual de esta tradición, que ronda los 10.000€, requiere ajustes para garantizar su sostenibilidad. Con estas medidas, el consistorio confía en preservar una tradición que fomenta el espíritu comunitario y el disfrute del Día de la Virgen del Villar entre corellanos y visitantes.