A Marcilla se le ha conocido tradicionalmente como “el pueblo de las vacas”. Y es que la afición a los espectáculos taurinos es una constante en este municipio. Dos de sus ganaderos más conocidos por su trayectoria y los premios recibidos por sus animales – con sangre Carriquiri – son Juan José Laparte y Javier Merino.
Juan José Laparte nos cuenta que la ganadería la comenzó su padre hace 60 años. Sus animales tienen línea contrastada en base a la casta navarra. Tiene pocos animales, porque se seleccionan mucho.
Su ganadería es conocida en toda la geografía nacional. Ha viajado por muchas partes de España: País Vasco Cataluña, La Rioja, Comunidad Valenciana… Y en esos viajes con sus animales ha ido acumulando premios: Se impuso como Mejor Ganadería durante seis años en la Semana Taurina de Onda, y durante cinco años ganó el premio al Mejor Toro. En Chiva, en el Concurso Nacional de Ganaderías de Toro de Cuerda, ganó cinco años también el premio a la Mejor Ganadería. Así mismo, ha ganado premios en Sagunto, y muchas otras localidades de Valencia y de Navarra. También ha ganado el Concurso de Anillas en Sanfermines, y, en las fiestas del Pilar, los últimos diez años siempre ha quedado entre los tres primeros, además de llevarse el premio a la Mejor Vaca el último año.
Asegura que este año y medio ha sido muy difícil y lo ha pasado fatal. “El año pasado fue malo, pero este, peor”, dice. “En 2020 nos hicimos a la idea de lo que había y ajustamos los gastos todo lo posible, pero este año teníamos muchos pueblos para hacer y a día de hoy quedan muy pocos porque se ha suspendido casi todo, cuando pensábamos que íbamos a empezar a funcionar. Tienes más gastos que el año pasado, y apenas vamos trabajar. Van a ser dos años y medio casi sin trabajar, hasta que llegue el verano de 2022, y a ver qué pasa ese año…”.
”He tenido suerte, porque he vendido animales que han sido para vida, no he pasado por el disgusto de mandarlos al matadero”
Juan José Laparte asegura que, en su caso, que se dedica exclusivamente a la ganadería, lo ha pasado muy mal. “Pero tienes que mantener esto porque tienes una edad que no te puedes ir a otro sitio a trabajar. Además es mi afición, mi pasión, y que quieres terminar tu vida con ello porque si no, lo lógico sería habérmelo quitado. Y eso que he tenido suerte, porque he vendido algunos animales que han sido para vida, no he tenido que pasar por el disgusto de mandarlos al matadero”.
El futuro se ve muy incierto. “No sabemos qué va a pasar. Hacía falta que hubiese habido algún encierro, volver a los espectáculos populares gratuitos en la calle”. Juan José estuvo además en la mesa de trabajo sobre el protocolo de seguridad a seguir en este tipo de eventos. “Hoy por hoy ese protocolo está desactivado, a ver si a partir de septiembre esto va mejor y se pueden ofrecer encierros a la gente”.
Ahora, está centrado en los actos de Marcilla: “Aquí hay un concurso nacional de recortadores con anillas, plaza libre en donde se apuntan recortadores, obstáculos – pirámide, banco…-, espectáculo de recortadores navarros, y otro de recortadores veteranos. El importe de las entradas de este último espectáculo, será para la Asociación contra la Esclerósis Múltiple. El último día habrá un espectáculo para maestros de la calle, donde es cogen a los cuatro mejores recortadores de este tipo”.
Por su parte, Javier Merino nos cuenta que tanto a su hermano como a él, lo de ser ganaderos les de familia: “Fueron mi padre y mi tío quienes fundaron la ganadería con mucho esfuerzo y sacrificio y nosotros seguimos luchando para continuar adelante”.
Sus vacas también son todas de la tierra, casta navarra, y también han viajado por varias comunidades que les incluyen en sus festejos, como Aragón, La Rioja, Comunidad Valenciana, Guadalajara, etc.
Las vacas de Merino también cuentan con una gran y reconocida trayectoria y acumulan muchos premios, “y esperamos continuar así”, comenta Javier. El Covid ha sido un gran desastre en toda la cabaña brava. Esperemos que pronto se solucione”.