Los hermanos Irene Moneo y Carlos Moneo, y Javier Salcedo, propietarios del Bar La Cura, ubicado en la calle Herrerías, van a ser los protagonistas del homenaje que la tarde del 25 de julio ofrece la Peña Moskera de Tudela al mundo de la hostelería y los nombrará Taberneros Populares de 2023.
«Estamos agradecidos y encantados», confiesa Irene, que reconoce que en esta distinción puede haber influido que a más de un socio de la peña Moskera se le haya alargado el día en el bar. «Para nosotros este reconocimiento, siendo de Tudela y que viene de gente de tudela es algo muy bonito. Estamos en un sector que lo ha pasado mal estos años, al que muchas veces se le culpa de todos los males y nos llevamos los palos, así que está bien llevarse de vez en cuando la zanahoria», señala Javier Salcedo.
Un establecimiento fundado en 1986
El Bar La Cura se ha convertido en un establecimiento histórico de Tudela. Abrió sus puertas en el año 1986 y desde entonces ha mantenido una cita prácticamente diaria con sus clientes. Como recordaba José Antonio Martínez Cascán, han sido muchos los tudelanos que han celebrado cumpleaños, fiestas y han vivido noches inolvidables entre sus cuatro paredes, convirtiéndolo en un local emblemático.
La historia entre el Bar la Cura y los Taberneros Populares de este año se entrecruza en octubre de 2010, momento en el que animados por Javier Salcedo, Irene y Carlos se lanzan a la gestión del local.
«Cuando estudiaba dedicaba a la hostelería algo de mi tiempo libre y era mi hermano Carlos el que sí que se dedicaba a la hostelería en otros establecimientos. Surgió esta aventura y Javier nos metió en el fregado. Comenzamos con Carlos al frente del negocio, mientras Javier y yo trabajábamos por cuenta ajena y los fines de semana nos veníamos al bar para que Carlos pudiera tener fiesta. Con los años, somos Carlos y yo los que hemos terminado dedicándonos al 100% al negocio y Javier en parte», explica Irene.
Carta de ginebras y vinos
Pronto renovaron el local y le dan una nueva orientación al negocio. Abren sus puertas a la especialización en destilados y conforman una amplia carta de ginebra antes incluso de que esta bebida experimentase el boom que ha protagonizado en los últimos años, permitiendo a sus clientes disfrutar de distintas marcas de calidad.
Uno de los detalles que ha caracterizado a La Cura desde entonces es que nunca ha renunciado a su carácter familiar y la terna conformada por los hermanos Moneo y Javier Salcedo ha sabido adaptarse a los numerosos cambios que ha vivido la hostelería en los últimos años con dedicación y mucha especialización.
En la pandemia realizaron una nueva reforma del local tanto externa como interna, sumando a su conocida carta de ginebras una selecta bodega de vinos qué, en la actualidad, pueden disfrutar los clientes del establecimiento. Por esa valentía, perseverancia, la distinción que aporta el trato familiar y por ser todos ellos unos esforzados trabajadores, la peña Moskera ha querido elegirlos como los Taberneros Populares de estas fiestas.
Javier Salcedo: «La hostelería tiene momentos duros como tener que renunciar al cohete»
A nadie se le escapa que a los hosteleros les toca trabajar duro en estos días para que la mayor parte de la población disfrute de la fiesta. Javier Salcedo reconoce que son jornadas largas que tienen sus momentos «duros», «como tener que renunciar a poder ver el cohete. Creo que es lo que más nos fastidia a los tres perdernos», asegura. «Tenemos que estar aquí con todo preparado para que cuando la gente vuelva estar en nuestro puesto preparados. Además siempre hay alguno que ni va al cohete y desde las 11 de la mañana lo tenemos por aquí, así que no podemos escaparnos».
Reconoce que en los últimos años la hostelería es un sector que ha cambiado de manera absoluta. «Nosotros llevamos 13 años con el Bar La Cura y hemos visto cómo han cambiado las costumbres de la gente e incluso los horarios, como ha ocurrido con el tardeo. Mucha gente lo relaciona con la pandemia pero es que el tardeo venía de mucho antes. Las horas punta de trabajo han ido cambiando. De tener que echar a la gente del bar a las 2:30h. a trabajar más a las 23:00h., y luego a las 20:00. Para mí era impensable que la gente estuviera echando cubatas por la tarde, en cambio, ahora, a las cinco de la tarde es cuando está todo el mundo de copas. Es cierto que la pandemia lo ha terminado de acentuar, pero como digo, es una tendencia que venía de antes».