El director de Urgencias, David Cambra, dirigiendose a su equipo en una de las primeras jornadas de lucha contra el coronavirus. Foto: @mfmzape vía @JairoCascante

El Dr. David Cambra encabeza al grupo de profesionales sanitarios que estos días está en la primera línea de la lucha contra el coronavirus en la Ribera. Como responsable del servicio de Urgencias del Hospital «Reina Sofía», su equipo es el primero en recibir a las decenas de pacientes que estos días se están acercando a diario al hospital con unos síntomas que se han descrito una y mil veces y que que ahora sufren en primera persona con la angustia de saber si se enfrentan a ese enemigo invisible que invade portadas y abre informativos.

Cambra coordina a diario un equipo de una docena de médicos, residentes y enfermeras a los que estos días se han sumado más refuerzos de facultativos, enfermeras, celadores y auxiliares, de manera que se han podido crear equipos de atención exclusiva para casos vinculados a Covid-19 mientras otros profesionales se han encargado de las urgencias asociadas a otras patologías. «Como profesionales veíamos con inquietud todo lo que estaba llegando desde fuera de España. Luego nos dijeron que los sanitarios no fuésemos a congresos y eso nos terminó de confirmar que algo estaba pasando», reconoce.

Los primeros casos, recuerda, llegaron a principios de marzo «como un pequeño goteo» y luego llegó la hecatombe. «Tuvimos que cambiar toda la forma en la que trabajamos en urgencias, intentando separar todos los pacientes que venían con problemas respiratorios del resto, y que permanecieran en urgencias lo menos posible. Para ello la colaboración con medicina interna ha sido fundamental», reconoce.

La realidad, reconoce, superaba cualquier expectativa. «Veíamos venir los datos pero no nos imaginábamos que fuera tan de golpe. Han sido unos días de locura. Se detectaron los focos. Personas que habían compartido algún viaje  juntos y llegaban contagiados y cómo de esos focos se iba extendiendo», explica.

La primera avalancha inundó urgencias en los primeros 20 días de marzo. Ahora, indica, el problema está en plantas, donde está todo prácticamente lleno; y las UCIs, que de 5 pacientes han pasado a tener momentos de 22 entre intensivistas y anestesistas, «el esfuerzo que se ha hecho en el hospital ha sido tremendo», remarca Cambra.

También elogia el trabajo que se ha hecho en atención primaria. «Los médicos de cabecera están controlando a los pacientes bastante bien, según las patología que tenían los han ido controlando en aislamiento en domicilio y en función de su evolución se han derivado al hospital de manera ordenada».

A este dispositivo sanitario se ha sumado la implicación de la población, cuyo comportamiento ha agradecido públicamente el director de Urgencias. «Cuando empezó la pandemia y empezó la alerta vimos que la atención de urgencias caía de unos 140 pacientes diarios a 50 ó 60. Este descenso nos ha permitido atender mejor la patología del Covid-19, qué es muy particular y que requiere la atención aislada del paciente con el equipo de médico y enfermera», explica.

Aunque los casos en las últimas jornadas se ha estabilizado e incluso se ha reducido la incidencia y la atención de pacientes, Cambra pide a la población que no baje la guardia y continúe acatando las instrucciones de las autoridades. «Hay que permanecer en casa y no bajar la guardia, porque es la única manera que tenemos ahora mismo de evitar los contagios», asegura.


«El Covid-19 tiene un porcentaje de mortalidad que se verá al final de todo esto, pero la realidad es que la gente sale adelante en la gran mayoría de los casos»

Además de la patología del Covid-19, los profesionales de urgencias han tenido que tratar la inquietud de los pacientes al saberse contagiados del onmipresente coronavirus. «En la mayoría de los casos se trata de pacientes que se encuentran bien y a los que les hemos transmitido tranquilidad porque en un gran porcentaje se evoluciona favorablemente», señala.

No obstante, reconoce Cambra, hay pacientes que lo viven con inquietud y miedo. «Es cierto que hay un porcentaje de mortalidad que se concretará cuando acabe todo esto, pero la realidad es que la gente sale en la mayoría de los casos. Los primeros siete días son fundamentales, después se ve si se evoluciona bien o se complica. De los casos que se complican con neumonías no todos acaban en UCI, si no que llevan un tratamiento en planta que acaba positivamente aproximadamente a los 15 días. La gente se cura y solo un porcentaje pequeño acaba en la UCI», tranquiliza el médico.


«Nos ha ayudado gente de toda la Ribera»

El director de Urgencias del Hospital «Reina Sofía» también ha agradecido el gran movimiento social que ha habido para preparar material de protección para los sanitarios. «En Urgencias hemos contado en todo momento con los equipo de protección homologados a los que se ha sumado la colaboración de mucha gente de la Ribera. Nos han confeccionado batas impermeables de plástico que nos han venido muy bien para ponernos encima de nuestros equipos, una empresa ha donado unos delantales impermeables con mangas que están siendo de mucha ayuda y también nos han venido muy bien las pantallas de protección», agradece Cambra.