[ihc-hide-content ihc_mb_type=»show» ihc_mb_who=»4,5,6,7,8,9″ ihc_mb_template=»2″ ]“Caminos de andar por casa”. Este será el título del próximo libro del escritor ribero Manuel Arriazu Sada, ambientado en los recorridos que él mismo realiza y que pueden servir de guía a los demás para que se animen a disfrutar de sus atractivos naturales y turísticos.
El autor, que nació en Ablitas en 1952 pero reside en Fustiñana, culminará así su decimosegunda obra literaria que está compuesta por Invitados (2006), La lentitud de las balas (2007), Animalicos (2008), Cielo de luto (2009), Caldo de cabeza (2011), El que camina. Bardenas paso a paso (2012), Nada que ver (2013), Publicar (te) (2014), Barrancos (2014), La ciudad vacía (2015), Talabartes, pichorradas y arremingos (2016).
Manuel Arriazu Sada participó recientemente en el Ciclo Fusticultura, ofreciendo una conferencia titulada “Huellas fósiles de Fustiñana”, inspirada en su libro “Barrancos”.
¿Qué quiso transmitir al público?
El tema son precisamente las huellas fósiles que han aparecido en los barrancos y que fui encontrando a raíz de la publicación de mi libro “Barrancos”. Tuve que empezar a recorrerlos porque me iba encontrando cosas y me preguntaba qué era aquello. Me puse manos a la obra con Alejandro Urmeneta, el biólogo de Bardenas, y le mandé unas fotos para que las viera el paleontólogo que suele trabajar en Bardenas, vinieron a verlas y se ha realizado un estudio.
¿Y qué es lo más curioso?
Las huellas han estado ahí toda la vida y han pasado pastores, cazadores y mucha gente de campo que seguramente las ha visto. Es algo especial para la ciencia.
Visitas guiadas
Manuel, y quienes quieran descubrirlas en una visita guiada, se planteas esta posibilidad?
Estuvimos barajando esta posibilidad pero están todas muy alejadas unas de otras y, desde luego, sí que se pueden visitar. Pero en realidad, las primeras que yo le mandé a Alejandro, en este momento no las podríamos ver porque están con metro y medio de cascajo por encima. El barranco va quitando tierra de un lado y echándola al otro y va deshaciendo, incluso, hasta la piedra de tipo burenca, que es de tipo buro, que se llaman, porque son limosas. Es decir, que se deshacen con mucha facilidad cuando les pasa el agua. Por contra, las que no se han deshecho, han quedado ocultas de cascajón con las barrancadas.[/ihc-hide-content]