Victoria Abril ha sido la encargada de dotar al XXIV Festival de Cine Opera Prima del glamour que aporta la alfombra roja. La actriz acompañó al director de cine Agustín Díaz Yanes en el homenaje que le brindo el festival cinematográfico por la que fue su Ópera Prima, la coproducción hispano mexicana «Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto», película que arrasó en 1995 llevándose 8 Goyas.
Abril se encargó de animar al público que volvió a llenar la sala del cine Moncayo en la tertulia que precedió a la concesión de homenaje y fue la autentica protagonista de una edición que terminó por bajar la intensidad de la celebración en recuerdo a las víctimas de las inundaciones que han asolado la provincia de Valencia.
El presidente del cine club Muskaria, Julio Mazarico, y la concejala de Cultura del ayuntamiento de Tudela, Iciar Les, fueron los encargados de entregar un recuerdo a la actriz, que por primera vez visitaba Tudela, y la estatuilla con la cigüeña al homenajeado.
«Fui yo la que descubrió que detrás de ese autor había un gran director»
La actriz no dudó en reivindicar la parte que le corresponde del premio y recordó como hizo que Díaz Yanes acabase detrás de una cámara. «Fue una gran patada en el culo de la que estoy orgullosa porque fui yo la que descubrió que detrás de ese autor había un gran director. Y no fue un empujón, fue una patada porque o rodaba él la película o me iba».
La historia la corroboró el propio homenajeado que explicó que nunca se planteó ser director de cine. «Me conformaba con escribir guiones y Victoria me dio la confianza que necesitaba y me puse a hacerlo. Es verdad que me obligó. El guión estaba hecho pensando en ella, creo que está presente en todos los fotogramas de la película. Al final tuvo una repercusión terrible y me cambió la vida». El director se declaró fan total de ella y la definió como «la española que mejor conoce su oficio».
El público del XXIV Festival de Cine Opera Prima disfrutó con la presencia de la actriz que continuó desvelando algunos detalles de la película como su disposición a hacer la promoción de la misma con la condición de no ir a recoger premios. «Los premios son el principio del fin, por eso no he ido a recogerlos, así que le dije a Agustín que tendría que ir a recoger los premios, los suyos y los míos», recordó y es el motivo por el que el Goya que Abril recibió por su interpretación en la película aún está en el domicilio de Díaz Yanes.