La Casa del Almirante de Tudela ha inaugurado este 22 de mayo la exposición María Forcada, obra y legado, una muestra que conmemora el primer aniversario del fallecimiento de la empresaria y mecenas tudelana. La exposición, organizada en dos partes, aborda tanto su trayectoria profesional como el compromiso con la cultura que llevó a cabo través de la Fundación María Forcada.
«Vamos a llamar celebración a esto, porque a Mari Carmen le gustaban las fiestas y las celebraciones», ha declarado la arquitecta Belén Esparza, comisaria de la parte dedicada a su legado profesional.
Esparza ha recordado los orígenes de su relación con Forcada, surgida a raíz de la restauración de la fachada de la Casa del Almirante, inmueble que Forcada había adquirido dos décadas antes y que fue rehabilitando con el arquitecto Juan Moya. «Mantenía esta casa con intervenciones de urgencia, hasta que decidió acometer su restauración completa», ha explicado. Esparza a aprovechado la presentación para compartir la única teoría que ha encontrado para explicar el nombre con el que los tudelanos conocen a este emblemático edificio de la calle Rúa. «La fachada, de ladrillo con un lavado de mortero, ofrecía una curiosa imagen cuando llovía ya que arecía que había velas de barco pintadas. Es la única connotación que he encontrado que relacione la casa con el mar y que explique su nombre», ha confesado.
La exposición incluye imágenes inéditas de sus trabajos de decoración y recuerda su papel clave en la recuperación de la Casa del Almirante.
Durante la intervención, Forcada encargó a Esparza la ejecución del proyecto completo de restauración. «Era muy divertido verla subir escaleras imposibles diciendo: ‘Yo esto no lo veré’, pero volvía a venir y estaba allí, disfrutando de su casa», ha recordado la arquitecta. La restauración concluyó en 2010 y permitió abrir el edificio como espacio cultural.
La labor profesional de Forcada como decoradora, iniciada en los años 60, ha sido más difícil de documentar, ha asegurado. «Trabajaba para clientes particulares que no solían querer mostrar sus casas en revistas. Muchas imágenes han salido de álbumes personales, muchos hechos por su sobrina», ha explicado Esparza. Entre sus proyectos más conocidos en Tudela figuran la adecuación de la Casa del Reloj para la visita de los Reyes en 1988 y la remodelación del salón de plenos del Ayuntamiento.
«Mari Carmen era una mujer que nunca se quedó fuera de tiempo. Supo acompañar cada etapa con agudeza y excelencia», ha afirmado Belén Esparza
«Mari Carmen tenía una capacidad extraordinaria para rodearse de buenos profesionales: ebanistas, carpinteros, pintores, modistas… Todo su trabajo era de excelencia», ha afirmado Esparza. Además, ha destacado su agudeza empresarial y estética: «Nunca se quedó fuera de tiempo, sabía ver lo que valía la pena, desde piezas reconocidas hasta hallazgos de mercadillos».
El artista navarro Pedro Salaberri ha sido el encargado de comisariar la parte artística de la exposición María Forcada, obra y legado. La muestra reúne obras de diversos artistas que expusieron a lo largo de los años bajo el impulso de la Fundación María Forcada, institución que encarnó el compromiso cultural de la empresaria tudelana.
«He sido el que pone la mesa. Colocar las obras es como sentar a los comensales en una cena: todos merecen estar, pero hay que buscar que se acomoden bien. Con los cuadros ocurre lo mismo para no se molesten entre ellos y resplandezcan», ha explicado.
La muestra incluye obras de autores tan diversos como Juan Belzunegui, Elena Asins y Carlos López, reflejo del eclecticismo cultivado por Forcada
La selección, según ha detallado, busca reflejar la diversidad que caracterizó el criterio artístico de Forcada. «Aquí hay cosas interesantísimas y muy diferentes. Está Juan Belzunegui, un expresionista; Elena Asins, más racionalista; Carlos López, siempre con las Bardenas… Si las obras emocionan, eso ya no es cosa mía, es cosa de ellas», ha concluido Salaberri, subrayando el valor de esta exposición como homenaje al impulso cultural de María Forcada.
En su intervención Salaberri también ha querido recordar el impacto personal que supuso descubrir a María Forcada. Mi vinculo comenzó precisamente con una de esas exposiciones que organizaba en su galería. Con ella descubrí las Bardenas, un paisaje infinito, lleno de flores, hice un montón de cuadros y los expuse en su tienda-galería, con cierto éxito», ha explicado. «Desde entonces mantuvimos una relación cordial, aunque durante años no volví, sí que pudo exponer aquí y esta casa y Tudela son para mí algo familiar», ha asegurado.
La exposición María Forcada, obra y legado permanecerá abierta en la Casa del Almirante durante las próximas semanas y constituye una oportunidad única para redescubrir el impacto de una figura clave en la historia reciente de la cultura tudelana.
Su sobrino Samuel Forcada ha puesto voz al recuerdo más íntimo y familiar en el acto homenaje celebrado en la Casa del Almirante
Su sobrino Samuel Forcada ha sido el encargado de poner voz al recuerdo más familiar en la apertura de María Forcada, obra y legado en la Casa del Almirante. Tras agradecer la presencia de las autoridades y el compromiso de los artistas que han donado sus obras para la exposición, Forcada ha recordado que “si es cierto que solo la belleza cambiará el mundo, nos hacen falta muchas exposiciones como esta”.
También ha tenido palabras para quienes han hecho posible el recuerdo a Forcada, con un agradecimiento especial a Jesús María Ramírez, Belén Esparza y Mari Carmen Forcada. “Gracias también a todos los que estáis aquí hoy apoyando con vuestra presencia este recuerdo”, ha dicho.
En su intervención ha destacado la fuerza vital de su tía, que a punto de cumplir 80 años impulsó con decisión la rehabilitación del Palacio del Almirante y la consolidación de la fundación que lleva su nombre. “A esa edad muchos creen que el viaje toca a su fin. Mari Carmen no. Ella no sabía que la vida acaba. Su impulso vital era inagotable”, ha afirmado.
Para ilustrar su legado, ha citado una frase del jesuita Pedro Arrupe: “No me resigno a que cuando yo muera, siga el mundo como si no hubiera vivido”. Una declaración que, en palabras de Manuel Forcada, define a la perfección la actitud de su tía: “Que mi empeño en la vida sea capaz de cambiar el sitio donde vivo”.
«María Forcada ha sido una figura clave en el compromiso con la cultura como motor de transformación de la ciudad»
El alcalde de Tudela, Alejandro Toquero, ha cerrado el acto homenaje a Mari Carmen Forcada destacando su legado como impulsora cultural y ejemplo de generosidad. Ha subrayado que Forcada no solo dio nombre a la Fundación, sino que fue una figura clave en el compromiso con la cultura como motor de transformación y conexión para la ciudad.
Toquero ha recordado que Mari Carmen defendía que la cultura debía estar presente en la vida cotidiana de Tudela, y que esa visión sigue viva en cada actividad que impulsa la Fundación. Ha reivindicado su figura como “una gran mujer, una precursora en el mundo empresarial y una mecenas de las artes”, y ha agradecido el cariño y dedicación que siempre mostró hacia Tudela.
El alcalde ha rememorado también el momento en que se le otorgó el título de Hija Predilecta en 2020, destacando unas palabras de la propia Forcada: “Tudela se convirtió en hija a la que quise y cuidé como quien quiere a los padres”. Según Toquero, esa declaración resume su compromiso vital con la ciudad.
Además, ha anunciado la firma de un nuevo convenio entre la Fundación, el Colegio Oficial de Diseñadores de Interior y la Escuela Superior de Arte y Diseño, que permitirá la creación de un premio anual al mejor trabajo de fin de estudios, que llevará el nombre de Mari Carmen Forcada.
Toquero ha cerrado su intervención agradeciendo la asistencia al acto y ha expresado su convicción de que Forcada “estaría contenta” al ver su legado vivo. La jornada ha concluido con la visita a la exposición y un vino español en su honor.