Javier Esparza Abaurrea

Javier Esparza Abaurrea, Presidente de UPN, ha concedido una entrevista a LA VOZ en la que ha vuelto a hacer una encendida defensa de la identidad de Navarra dentro de España, con motivo de la celebración del Día de Navarra y de San Francisco Javier, el próximo 3 de diciembre.
¿Qué significa para usted y cómo vive esta jornada?
El 3 de diciembre, día de Navarra y día de San Francisco Javier, es una fecha muy señalada para mí. El 3 de diciembre significa el respeto a la tradición, la celebración de nuestra identidad, de un proyecto común, de un sentimiento, del orgullo de ser navarros. Y debo reconocer que todavía vivo con más fervor el Día de Navarra conforme sigo viendo, con tristeza, que hay quienes quieren acabar con la Navarra singular, propia y diferenciada que se refleja en el Amejoramiento del Fuero y que, por cierto, es defendida por la inmensa mayoría de los habitantes de la Ribera.
La pandemia Covid 19
¿Quizá en esta ocasión es más especial, tras la suspensión de actos en 2020 por la pandemia?
El Día de Navarra y día de San Francisco Javier es especial siempre. Que haya actos institucionales o no, no es lo importante. Al menos, no lo es para mí. Lo importante es lo que se celebra, y el sentimiento de navarro y de pertenecer a una comunidad diversa y singular, como decía antes, está muy por encima de todo. Dicho eso, es un alivio que, desde el punto de vista de la pandemia, la situación de este año sea muy distinta a la del año pasado.
¿Qué valores le inculcaron sus padres y abuelos sobre el sentimiento navarro?
Mis padres me han enseñado el valor del trabajo, el esfuerzo, la solidaridad, el valor de la palabra dada. Creo que son valores comunes en esta tierra y, entre otros, definen la esencia de ser navarro. El orgullo de ser de aquí y la idea de que las decisiones que nos afectan se tienen que tomar en Navarra y no en Madrid ni en Bilbao han sido también claves con las que crecí.
Apoyo a la política lingüística desde la realidad social
¿En esos valores que le inculcaron entraba también la política lingüística?
Si me lo permite, yo no diría que la política lingüística es un valor. Sí que son un valor, desde el punto de vista cultural, las lenguas. En mi casa no se hablaba euskera, pero sí lo hablaban algunas personas en mi pueblo, Aoiz. Y siempre se ha vivido con respeto y con naturalidad. Política lingüística, por supuesto, debe haber, otra cosa es para qué se utilice, si responde a la realidad social y si los fines con la que se desarrollan se corresponden con las demandas de los ciudadanos y los principios de igualdad de oportunidades y libertad, o si se utiliza para una finalidad distinta.
¿Cómo cree usted que debe integrarse y normalizar el euskera en la sociedad Navarra?
Yo siempre he dicho que a mí me gustaría presidir una comunidad en la que quien quiera pueda aprender euskera, al tiempo que le enseñan que la bandera de Navarra es la roja con las cadenas y que Navarra es una comunidad foral y diferenciada, que forma parte de España. El problema es que el ámbito independentista considera al euskera una herramienta para la construcción nacional y une la lengua a las reivindicaciones del independentismo vasco, la ikurriña, la nación vasca … Y los problemas vienen también cuando se pretende imponer el conocimiento del euskera, cuando se quiere hacer de Navarra algo que no es y cuando se quiere eliminar la zonificación lingüística e igualar desde el punto de vista lingüístico a Alsasua con Villafranca o con Tudela.

“En los últimos seis años se ha producido un deterioro y hemos dejado de ser una Comunidad puntera”

¿Navarra es más fuerte hoy que ayer y quizá más o menos que mañana?
Navarra ha sido, es y seguirá siendo una gran comunidad. Pero es indudable que en los últimos seis años se ha producido un deterioro, hemos dejado de ser una comunidad puntera y hemos retrocedido en ámbitos como el empleo (la última EPA nos coloca en la peor posición por tasa de paro en los últimos 20 años), la política fiscal (los navarros somos ahora los que más impuestos pagamos), y la calidad de los servicios públicos, en especial, en sanidad, con unas listas de espera que han batido récord, una falta de médicos alarmante, una atención primaria que sigue sin ser presencial como debería y que lo sufren a diario los ciudadanos. Creo que es posible volver a esa situación de liderazgo que siempre ha tenido Navarra, pero para eso hay que hacer unas políticas diferentes a las que están haciendo el PSN y Euskalherria Bildu. Aparte de las cuestiones éticas, Bildu es lo contrario al progreso, Bildu ahuyenta a las empresas, que son las que generan empleo. Y María Chivite está atada de pies y manos a lo que decida Euskalherria Bildu, cuando podía haber aceptado la oferta que yo le hice para aprobarle los presupuestos y mantenerla de presidenta hasta el final de la legislatura con la única condición de que no hubiera pacto con Bildu, pero desgraciadamente rechazó nuestra mano tendida.

“Educación no hace nada por evitar los libros que trasladan una imagen falsa de la identidad de Navarra”

¿Y qué papel cree usted que juegan las nuevas generaciones?
Las nuevas generaciones tienen un papel básico en el presente y en el futuro de Navarra. Y precisamente por eso tienen que tener un conocimiento exquisito de lo que es y ha sido Navarra. En ese sentido, por ejemplo, es una mala noticia que un 47% de los estudiantes de ESO tengan escaso conocimiento acerca del terrorismo y un 7% un conocimiento nulo, o que un 54% sea incapaz de recordar ningún atentado de ETA y el 86% de los GAL. Por eso mismo, no podemos permitir que se les manipule durante su proceso formativo y, lamentablemente, nosotros hemos denunciado hace bien poco que hay algunos libros de texto que siguen trasladando una imagen falsa de Navarra desde el punto de vista identitario e institucional, sin que Educación esté haciendo nada para evitarlo.
El futuro de la Comunidad Foral
¿Por dónde pasa el futuro de Navarra?
Por hacer un buen uso de nuestra foralidad. Por hacer políticas sensatas, alejadas de los radicalismos. Por no hacer seguidismo ni de las políticas de Pedro Sánchez ni de las políticas de un partido como Euskalherria Bildu que, además de su falta de recorrido ético y moral, es un lastre para el avance y la prosperidad de Navarra. Por eso, insisto que es una pena que María Chivite nos haya rechazado y haya dejado las llaves de Navarra en manos de Bildu a cambio del sillón de presidenta.
¿Quiere añadir algo más?
Quiero trasladar a toda la sociedad navarra un mensaje de esperanza y de optimismo. Quiero animarles también a que nos hagan llegar sus demandas, sus necesidades. Al menos en UPN estamos abiertos a escucharles y a explicarles nuestras propuestas y nuestra postura ante determinados temas. Navarra la hacemos entre todos y todos debemos ser oídos y tenidos en cuenta Y, por supuesto, quiero aprovechar para desearles un feliz día de Navarra y feliz día de San Francisco Javier.