La familia de José Catalán ha donado el belén familiar que este apasionado al belenismo montaba cada año en su domicilio y que mostraba orgulloso a todos los tudelanos y tudelanas que se acercaban a contemplarlo.
Leyre Catalán, hija de José, recuerda la historia de las figuras y elementos que estos días pueden verse en los bajos del quiosco de la Plaza de los Fueros, donde permanece expuesto para que puedan seguir disfrutando de él todos los tudelanos.
«Este Belén lo compró hace 45 años y su base son sobre todo las figuras, unas figuras todavía más antiguas y que compró en mal estado e incluso destrozadas y que poco a poco fue recuperando y arreglando recomponiendo manos y pies», recuerda Leyre.
La pasión con la que vivía esta afición la contagió a toda su familia y el establecimiento que regenta la familia en la calle Concarera, dedicado a las antigüedades y la heráldica se llenaba cada temporada de Navidad de distintas colecciones de figuras, nacimientos y objetos de decoración para los belenes. Poco a poco, relata la hija del belenista, «fue incorporando figuras hasta completar un belén que era todo un espectáculo. Le añadió iluminación, se hacía de Noche, aparecía el Ángel en la anunciación. Era un Belén muy especial para él y para Tudela porque venía muchísima gente a verlo».
José Catalán comenzó montando el belén en la puerta de su casa en el Paseo del Castillo pero, con el paso de los años, trasladó todo el montaje a una habituación. «Recuerdo que cuando nací el belén ya era algo muy importante en mi casa y con cinco años o así las Navidades en mi casa eran muy especiales porque venía gente a todas horas a ver el belén. Mi padre, y también todos nosotros, lo vivíamos de una forma muy especial», reconoce Leyre.
Durante muchos años la tienda fue una referencia para los aficionados, no solo de Tudela sino de otros muchos rincones de España, que acudían a buscar las novedades que creaban los artesanos de la zona de Murcia y Madrid. «Siempre eran figuras de calidad, muy especiales, para belenes muy clásicos creados por artesanos de España. Aquí venía gente de Barcelona, Madrid, de muchos sitios buscando figuras».
Desde que José se contagió de la pasión del belenismo, la familia ha procurado mantener viva la tradición. Primero en la tienda de la calle Verjas, con su esposa, Mari Carmen Alonso al frente, y más tarde a la calle Concarera, donde su otra hija, María Catalán, se encarga de mantener la tradición.
El alcalde de Tudela, Alejandro Toquero, era el encargado de trasladar el agradecimiento de la ciudad. «Esta donación es un claro ejemplo de que Tudela la hacemos entre todos, un gesto altruista que nos deja de legado una de las grandes pasiones de José, famoso por sus belenes. Conservar uno por los que más cariño tenía es un honor y lo hemos puesto en el que creo, es el sitio más importante que tiene nuestra ciudad, el kiosco de la Plaza de los Fueros».
La donación incluye cerca de 200 figuras de las que, apróximadamente 150 están expuestas dando vida al belén que puede verse en los bajos del quiosco. Leyre, que habló en nombre de toda la familia de José, su viuda Mari Carmen Alonso, su hermana María, y sus hijos Unai y Maitane Arrondo, agradecía el trabajo que han desarrollado Oscar Vidorreta en el montaje del Belén, Verónica Gormedino al frente de Festejos, y a la brigada municipal, el trabajo que han hecho. «Creo que es el mejor homenaje que le podemos hacer a mi padre sin ninguna duda. A él le encantaba que la gente viniera a verlo y que lo pudiera disfrutar todo el mundo. Es lo que le hubiera gustado a él».