Hace muchos años, en una casa rural en París, la noche del 24 de diciembre, Juanito el protagonista de esta historia había terminado de cenar y se dirigía a su habitación para dormir.
De repente escuchó un fuerte ruido, era un enorme saco lleno de increíbles regalos y al mirar hacia arriba vio como Papá Noel volaba en su trineo mágico con todos sus renos.
Al poco tiempo tres elfos salieron del saco y le dijeron a Juanito que esos regalos debían ser entregados ya que muchos niños los esperaban en sus casas.
Juanito era muy valiente y bondadoso y con la ayuda de los 3 elfos decidió emprender una aventura en la que debía entregar todos los regalos del saco a los niños correspondientes. Cada vez tenían menos tiempo y los elfos con su magia hicieron a Juanito un ser mágico.
Finalmente, Juanito y sus tres ayudantes pudieron repartir todos los regalos antes de que acabara la noche. Papá Noel, al enterarse de lo ocurrido invitó a Juanito a su fábrica de juguetes donde le contó que se iba a jubilar y que el puesto se lo iba a quedar Juanito.
Hoy en día el viejo Papá Noel que vemos el 25 de diciembre ya no es Papá Noel, es Papá Juanito.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
4º A
El trineo perdido

Érase una vez, hace mucho tiempo, el 23 de diciembre por la noche, Rodolfo estaba repartiendo los regalos, hasta que de repente, por el peso de los regalos, el trineo se cayó.
Rodolfo fue al colegio de Carla y Alexandra a buscar ayuda. Al día siguiente, Alexandra lo vio, pero no hizo nada porque era hora de irse a casa.
Llegó la noche y Alexandra tenía miedo de que Papá Noel no viniera. Pero vino, sin Rodolfo y sin los regalos.
Le preguntó a Alexandra y a Carla si habían visto a Rodolfo. Alexandra dijo: – ¡yo sé dónde está! ¡Está en el cole! Y ahí estaba Rodolfo, en un pasillo. Papá Noel le preguntó: –
¿Y el trineo dónde está? Rodolfo le contestó: – Se me ha caído, había demasiados regalos, pesaba mucho y se me cayó. -¿Dónde está? Dijo Papá Noel. – Se me ha caído en un castillo abandonado. Contestó Rodolfo.
Carla y Alexandra estaban muy emocionadas. Iban a ayudar a Papá Noel a rescatar el trineo. Llegaron al castillo y vieron a sus amigas Antonella y Aitana en la puerta.
Carla dijo: -¿Qué hacéis aquí?. Antonella contestó que habían visto un trineo caer.
Entonces entraron y cogieron el trineo, pero ya se acababa la noche y no habían repartido ni un solo regalo.
Papá Noel, Rodolfo, Alexandra, Carla, Antonella y Aitana se pusieron manos a la obra y consiguieron repartir todos los regalos a tiempo.
Alexandra y Carla se fueron a dormir, estaban muy cansadas después de todo el día. Al día siguiente… ¡Walaaa! ¡Había muchos regalos! Pero lo más importante era una carta de Papá Noel de agradecimiento, por ayudarle a repartir todos los regalos. Aitana y Antonella también recibieron la misma carta.
¡Había sido una noche inolvidable llena de magia!.
Carla Rubio 4ºB