Javier Vidorreta era elegido el pasado el pasado 17 de noviembre presidente del Consejo Social de la Universidad Pública de Navarra. A sus 31 años, este joven empresario tudelano es todo un ejemplo de implicación y empeño. Formado en el colegio público Monte San Julián y la ETI, estudió el grado de ingeniería técnica industrial mecánica con intensificación en diseño industrial de la UPNA en Tudela e ilustración editorial en la Escuela Superior de Dibujo Profesional de Madrid. Ha destacado como emprendedor, se ha involucrado en el movimiento empresarial liderando a los jóvenes empresarios de Navarra, ha asentado los cimientos de dos prometedoras empresas, Vidorreta Desing y la startup Almotech, y participa activamente en programas de apoyo al emprendimiento con CEIN.
Vidorreta reconoce que buena parte de su actitud ante la vida se lo debe a la escuela municipal de ciclismo de Tudela, «donde pude aprender sobre compañerismo, disciplina, capacidad de trabajo en equipo, sacrificio y gratitud. Por ello me gustaría expresar mi agradecimiento a todas las personas que de forma voluntaria, con mucha dedicación y cariño se implicaron en transmitirnos todos esos valores y aptitudes, altruistamente. Y en particular a mi padre Julio», comenta.
Ahora ha tocado dar un paso más poniéndose al frente del consejo social de la UPNA en un momento crucial en el que están en juego las aspiraciones de incrementar la oferta de formación superior en la Ribera de Navarra. «Soy una persona a la que le apasionan los retos y cuándo las oportunidades se presentan me gusta cogerlas para tratar de sumar. Diría que tengo una mirada abierta y creativa a la hora de detectar necesidades y plantear soluciones diferentes, y eso es lo que trato de aportar a las organizaciones, asociaciones y entidades en las que participo», asegura.
El joven empresario tudelano asegura que va a aportar al consejo una visión joven, emprendedora y creativa. «Entusiasmo y frescura para intentar desarrollar nuevos proyectos, iniciativas y actividades. En el fondo tratar de ayudar a la universidad, desde diferentes ámbitos, el empresarial, innovación, cultural, social, académico… y a todos los niveles, desde alumnos a profesores sin olvidar investigadores, empresas… todo para mejorar las relaciones y sinergias de la universidad con el ecosistema. En definitiva me gustaría contribuir a mejorar la UPNA y con ello la sociedad navarra en general».
El futuro del Campus de Tudela
Vidorreta considera que el Campus de Tudela ha jugado y juega un papel muy importante en la Ribera. «Por un lado ha dado la oportunidad a muchas personas de realizar unos estudios de muy alta calidad, sin obligación de desplazarse. Esto ha dado pie a crear nuevos profesionales que nutren al tejido empresarial de la zona de talentos para diferentes puestos y departamentos . Yo veo a mis compañeros y compañeras, trabajando en muchas de las empresas de la zona y eso creo que tiene un valor importantísimo. Y también me parece que ha contribuido a poner a Tudela en el mapa», destaca.
Conoce de primera mano la reivindicación para que la UPNA aumente su implicación con la formación superior en la comarca. «Desde hace ya tiempo, antes de este nuevo nombramiento, participo en el Grupo Motor del Campus de Tudela, y sé que tanto desde la universidad, como desde el ayuntamiento y en colaboración con muchos agentes de la zona de diferentes ámbitos, estamos trabajando activamente y de forma proactiva en ayudar a mejorar nuestro campus. A título personal, como ex-alumno, como tudelano y como navarro, me gustaría apoyar en todo lo que esté en mi mano», indica.
Para completar con éxito este camino no duda en que habrá que ser creativo y abordar la cuestión desde una perspectiva crítica antes de escoger las acciones a plantear. En este contexto la apuesta por nuevas titulaciones es una de las posibilidades que se pueden plantear, pero, matiza «a mi modo de ver es una medida compleja que implica a muchos agentes en la decisión y la ejecución, y no es fácil». Por ello es partidario de abordar otras iniciativas «que pueden tener un impacto muy positivo y contribuir a mejorar la oferta formativa, la calidad de la enseñanza, preparar mejor a los alumnos, explotar las instalaciones… sin que sean tan complejas. Aquí es donde creo que se puede aplicar lo que comentaba al inicio, una mirada emprendedora, creativa y sinérgica, que nos permita crear propuestas de valor interesantes, que maximicen el impacto y minimicen los recursos», apunta. «Estamos ante un escenario a nivel global en el que va a ser más necesario que nunca aplicar la creatividad y la colaboración entre los actores públicos y privados de manera eficaz. Sólo de esta manera estaremos preparados ante la nueva realidad. Y en todo esto un recurso clave son los jóvenes», concluye.