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Bailar junto a Rosalía, consolidarse como profesional, y ser profesor de baile son los tres grandes objetivos del bailarín tudelano Álvaro Rojas Jiménez que, en estos momentos, es una de las referencias de la danza en la Ribera de Navarra pero que lleva camino de conseguirlo a nivel nacional e, incluso, internacional.
A sus 20 años se ha labrado un futuro en el que lo tiene todo a su favor gracias al esfuerzo de toda una vida dedicada a la danza. “Dejé mis estudios de Química para dedicarme por completo a lo que es mi pasión. Siempre, desde que era niño, he tenido claro que quería ser profesional del baile. Cuando les dije a mis padres que abandonaba la carrera se llevaron un disgusto, pero supieron comprenderme y me han apoyado en todo para que pueda convertir mis sueños en realidad”, asegura con total convencimiento.
Álvaro Rojas Jiménez es puro arte, algo que se puede vivir por el magnetismo y las emociones que transmite en cada una de sus interpretaciones. “Eso es lo que intento, que el público sienta lo mismo que yo, porque no solo se trata de bailar, sino de interpretar, de llegar a lo más profundo de las personas”, confiesa.
Es a través de la danza como mejor expresa su propia personalidad ya que, poco a poco, Álvaro reconoce que ha ido superando su timidez innata. “Cuando me meto en el papel que tengo que interpretar dejo de ser yo, me sale la seguridad que me permite convertirme en esa otra persona a través de la cual quiero llegar y emocionar a la gente”, explica.
La danza contemporánea es la que mejor refleja, precisamente, sus estados emocionales y todo lo que quiere compartir con quienes disfrutan de su forma de entender el baile. “Tengo muchas referencias, de todas cojo lo que más me gusta, pero quiero ser diferente, quiero tener mi propio estilo, mi propia forma de transmitir la danza”, insiste.
Álvaro quiere volar alto y, como no va a cesar en su empeño, el próximo mes de Noviembre volverá a EE.UU. para continuar su formación de lo que ya es, un artista.
De Tudela a la conquista del sueño americano
El tudelano Álvaro Rojas Jiménez tan solo tenía 7 años cuando comenzó a practicar el hip hop de la mano de Chus González en el gimnasio Fitnes de la capital ribera, inspirado por su hermana Sandra, también bailarina, a quien acompañaba en las competiciones. Su evolución fue vertiginosa y la danza pasó a convertirse en una pasión más que en un hobby, tal y como él mismo confiesa.
Con tan solo 14 años decidió dar un salto acrobático en su trayectoria y se incorporó a Klimax Dance Natión de Barcelona con el que compitió en EE.UU. en 2018 y 2019, logrando el 11º y 7º puesto del mundo respectivamente. Tras pasar por Bigheads, donde se dio cuenta que su vida era el baile y quería ser profesional, se incorporó a la orquesta tudelana Jamaica Show y, con los ahorros que consiguió, se embarcó en la aventura de ir a EE.UU. para tener el Certificado Profesional Millenium. Allí ha permanecido tres meses y su objetivo es regresar a tierras americanas, el próximo mes de Noviembre, una vez que haya conseguido el visado de artista.
Álvaro confiesa que sus referencias en baile contemporáneo son Sam Nelson y Kaycee Rice, en hip hop Antoine Troupe y Alexander Chung, en Jazz Karon Lynn y, por supuesto, también tiene admiración por los españoles Marta Requejo y Jesús Rodríguez.
En su formación ha pasado por las compañías españolas Klimax Dance Nation (Director: Kevin Mora de Haro) y BigHeads (Directores: Marta Requejo y Jesús Rodriguez).
Las compañías de su ilusionante etapa americana han sido, de momento, Troupe Dance Company (Director: Antoine Troupe) y HILA Dance Company (Director: Alexander Chung).
El libro de Álvaro Rojas Jiménez se sigue escribiendo en oro y diamantes y tendrá nuevos y apasionantes capítulos.
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