Equipo de profesionales de la UCI del hospital de Tudela

Paula Lacarra está al frente del equipo de enfermería que atiende la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital «Reina Sofía», una UCI que como las del resto del país se ha visto sometida estos días a una tremenda presión de trabajo por la creciente demanda de pacientes cuyo estado de salud se ha complicado como consecuencia de la pandemia del Covid-19.

De atender una unidad con 5 camas y un equipo de 11 enfermeras y 6 auxiliares, la enfermera tudelana ha pasado a tres unidades con un total de 22 camas y 89 profesionales, 48 enfermeras y 41 auxiliares, con las que el hospital de Tudela ha podido hacer frente al pico más alto de la pandemia.

Paula Lacarra dirigiendo al equipo en una de estas jornadas de intensa actividad

Reconoce que en la UCI se han vivido jornadas de mucha intensidad en el servicio. Primero ampliando a 7 camas la UCI y, posteriormente, preparando una nueva unidad. «Veíamos el aumento de ingresos en planta y en seguida vimos que la previsión que teníamos hecha debíamos prepararla sin demora. De 5 camas pasamos a 12 y de 12 a 22 en muy poco tiempo, con mucho personal nuevo o derivado de otros servicios que nunca habían trabajado en una UCI y al que tuvimos que preparar junto a los facultativos de intensivos y los anestesistas sin dejar de atender a pacientes que requieren cuidados las 24 horas del día», explica Lacarra.

Para poder llevar todo este proyecto adelante no solo han hecho falta los demandados respiradores, también han hecho falta bombas de perfusión para administrar la medicación, colchones especiales para pacientes que pasan muchas jornadas encamados y sin moverse y un número adecuado de profesionales facultativos, de enfermería, auxiliares y celadores. «Conseguir todo ello ha supuesto un esfuerzo muy importante», reconoce.

Las profesionales de enfermería han mantenido sus turnos de 12 horas y han eliminado algunas de sus jornadas de descanso para organizar y poder llevar a cabo toda la carga de trabajo que han asumido. «Hemos conformado equipos para atender las dos UCI para pacientes con Covid-19 y la UCI para pacientes sin positivo en Covid-19, en todos ellos hay gente veterana en la unidad, gente que estaba en otros servicios pero que había trabajado en UCI con anterioridad y gente completamente nueva que viene de otros servicios o que se le ha contratado y que ha tenido que partir de cero», explica.

Parte del equipo que estos días atiende a los pacientes en la UCI del Hospital Reina Sofía

Pese a la experiencia de unas y las ganas de otras, en la UCI se han vivido situaciones con intensidad. «A la atención que requieren los pacientes se une trabajar contra un virus que no se ve y al que te enfrentas por primera vez. Sabes que tienes que protegerte cuidadosamente con tu equipo de protección pero a la vez el paciente demanda tu atención con una urgencia relativa y con seguridad. Eso supone estar alerta de que tus actividades las estás realizando bien. Hay tensión», asegura.

Frente a ello, el mejor apoyo, confiesa Lacarra, ha sido ser un equipo. «Los unos nos apoyamos en los otros porque entendemos perfectamente como se siente el de al lado. Tener ese apoyo, poder dar un relevo cuando las cosas van mal, echar una mano y, sobre todo, ver que los pacientes van saliendo hace que tires para arriba aunque sigan pasando los días y el cansancio se acumule. Todos, veteranas y nuevas, enfermeras y auxiliares, médicos y celadores vamos a una en esto y estoy muy agradecida y orgullosa de ello».

Lacarra reconoce que el Covid-19 está provocando situaciones anormales en nuestra manera de afrontar la enfermedad. «Se están produciendo situaciones que no son normales, no solo en la UCI, sino también en planta o en Urgencias, porque las familias no pueden acompañarles. Nos agradecen mucho la llamada de teléfono que les hacemos todos los días no solo para dar el informe médico, sino para decirles que sus familiares no están solos, que están las 24 horas acompañados y que en ningún momento se sienten solos».

El pasado lunes, todo el equipo de la UCI del Hospital «Reina Sofía», celebraba como un triunfo el alta del primer paciente con positivo en Covid-19 que abandonaba la UCI para regresar a planta. «La media de estancia si todo va bien son dos o tres semanas. Ha sido muy emocionante poder compartir ese momento y mostrar al resto de la sociedad que vamos adelante, que de esta se sale», concluye la enfermera tudelana.

Los profesionales pertrechados con los famosos EPI, indispensable para la atención de los pacientes con Covid-19