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En Tudela, hablar de protección solar es hablar de Toldos Lear. Con más de 50 años de historia, esta empresa familiar ha evolucionado sin perder su esencia: soluciones personalizadas y un trato cercano con el cliente. «Somos la primera y única empresa con taller propio en la Ribera», reivindica Mª Ángeles Martínez, responsable, junto a Luis y Carlos de la firma que ofrece una buena relación calidad-precio en sus productos y, sobre todo, un servicio posventa que les distingue.

La experiencia del cliente, en el centro

Toldos Lear visita personalmente las viviendas y negocios para estudiar cuáles son las mejores opciones según la necesidad de cada cliente. En los últimos años, a las soluciones tradicionales, se han sumado propuestas atractivas en cuanto a diseño y eficacia como las pérgolas bioclimáticas que, aunque requieren más inversión, aportan una estética moderna y versatilidad a la hora de crear auténticos espacios exteriores habitables durante todo el año.

Más que sombra: Ahorro energético y confort

La instalación de un toldo mejora el confort de nuestro hogar y aporta un notable ahorro energético. “Hasta que no tienes un toldo, no te das cuenta de lo útil que es”, señalan en Toldos Lear. «Un toldo no solo nos protegen del sol, también ofrecen intimidad, reducen la temperatura interior de las viviendas e incluso permiten disfrutar de las veladas al aire libre».

Claves para alargar la vida útil

Cinco décadas de experiencia en el sector convierten a Toldos Lear en el mejor consejero para prolongar la vida útil de sus productos. Hábitos como recoger el toldo cuando no se está en casa o tener precaución con las rachas de viento son prácticas esenciales para evitar sustos innecesarios.

Además, los últimos avances tecnológicos en domótica permiten incorporar sensores de viento y automatizaciones que protegen la instalación ante los cambios bruscos del clima y los sistemas de cofre permiten proteger mejor las lonas con una vida útil de entre 8 y 10 años «y siempre con la garantía de trabajar con fabricantes líderes del sector del aluminio, lonas y motorización», explican desde la firma tudelana.

Una historia de crecimiento y compromiso

La trayectoria de Toldos Lear comenzó de la mano de los hermanos Jesús Martínez y Luis Martínez que, junto a Angelines Aguirre, fabricaban toldos para camiones y transporte. Con el tiempo, el negocio evolucionó hacia el toldo residencial y de empresa, donde Toldos Lear ha consolidado una posición de liderazgo en la Ribera.

Hoy, con la segunda generación al frente —Luis, Carlos y Mª Ángeles—, la empresa sigue creciendo, manteniendo una plantilla especializada y reforzando sus servicios para empresas, una parte esencial de su actividad. “Más allá de las ventas, estamos por si surge cualquier problema. Vender es fácil, pero ofrecer un buen servicio postventa es lo que realmente te diferencia”, resume Mª Ángeles, reflejando la filosofía de Toldos Lear, cercanía, profesionalidad y compromiso con cada cliente.