José Mª Cambra
José Mª Cambra Amigot
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José Mª Cambra Amigot es, desde el 1 de octubre, el nuevo Delegado en Navarra de la Asociación Nacional de Voluntarios (ANAV), y representará a las agrupaciones municipales de Protección Civil de Cintruénigo, Milagro y Tudela; a la asociación de Protección Civil de Sartaguda y a la Asociación de Búsqueda y Rescate (Ebys Navarra), cuyos representantes lo han elegido por unanimidad.

¿Cómo has recibido este nombramiento y qué supone?

Creo que lo importante en este caso no es el quién, sino el qué. Por supuesto, supone más carga de trabajo, pero al mismo tiempo es una responsabilidad que asumo con gusto, porque creo que había que dar un paso al frente y además cuento con cinco entidades detrás que están llenas de proyectos y ganas de contribuir ante la sociedad, como son las agrupaciones de Cintruénigo, Milagro y Tudela; la asociación de Sartaguda y el grupo de rescate y salvamento Ebys Navarra.

¿Qué es ANAV y cuál es vuestra relación con otras agrupaciones de España?

ANAV es la Asociación Nacional de Voluntarios, y como tal, nos representa a todos, más de 1.000 agrupaciones y asociaciones en España, y más de 70.000 voluntarios de Protección Civil. Anav nos presta servicios de formación online y presencial, nos permite asegurar nuestros medios y a nuestros voluntarios; nos informa sobre novedades legislativas, apoya las reuniones de conocimiento y reconocimiento de nuestro trabajo, y en definitiva, nos coordina, aúna y representa. En este sentido, queremos incrementar nuestra relación con ANAV, nuestra presencia, aprovechar la oferta formativa, y en definitiva, aprovechar su trabajo.

14 años como voluntario, ¿Qué destacarías de este periodo?

Es difícil destacar nada, porque el voluntariado te da mucho, y al voluntariado le damos mucho. La gente se sorprende porque no cobramos, y nos ve lo mismo en una carrera ciclista, en los encierros del Pilón, cabalgatas de Reyes, buscando a personas desaparecidas, en las inundaciones de San Adrián, Tafalla o Funes; y en los incendios de Valtierra o San Martín de Unx. Yo destacaría lo aprendido en estos 14 años, el conocimiento de las emergencias, el descubrimiento de cuánta solidaridad hay en nuestra sociedad, también el descubrimiento de aspectos negativos que siempre dejamos atrás, y sobre todo, la profesionalización de nuestro trabajo, un trabajo que es gratuito y en el que lo damos todo.

Los dos lemas

¿Y qué aportas tú y qué te aporta ejercer este servicio?

Hay dos lemas que me gustan para definir nuestro trabajo en Protección Civil: “Aunque no nos veas, estamos ahí”, y “Ni uno solo de nosotros es mejor que todos nosotros juntos”. La Protección Civil es muy exigente, y no vale con la voluntad de querer ayudar a los demás. Tocamos muchos palos, estamos a las órdenes de los profesionales de los incendios, cuerpos policiales, sanitarios… y nos exigen casi como profesionales. Esto nos obliga a estar permanentemente formados y a dar todo de nosotros. Mi aportación principal es el afán por trabajar por la mejora continua del servicio, el objetivo de calidad total, y para ello es necesario gestionar bien, formarse de manera integral, y saber dónde estás y para qué estás en una organización de protección civil.

“El voluntariado en Navarra y en España está muy vivo”

 

¿Qué momento vive en Navarra y en España el voluntariado en esta sociedad tan convulsa?

España es un país impregnado por la cultura judeo-cristiana, y la solidaridad y caridad, el afán de ayudar, de contribuir a mejorar, de trabajar por los demás, se nota cada día. Yo siempre digo que voluntarios son los miembros de las juntas de los clubes deportivos, de las asociaciones de padres de los colegios, de las asociaciones que abordan enfermedades, y tantas y tantas otras entidades. Son miles y miles las personas que en uno u otro momento de su vida dedican parte de su tiempo a los demás. Y nosotros somos iguales, con la diferencia de que nuestro trabajo requiere de una enorme formación. En este sentido, creo que el voluntariado está muy vivo, y es el que permite afrontar como sociedad las situaciones difíciles como la pandemia del Covid o cualquier catástrofe, sin esperar a la respuesta oficial, que ya sabemos que cuenta con medios limitados.

¿Qué hay que hacer para ser voluntario y cómo llegaste tú a protección civil?

Lo que hay que hacer es querer ser voluntario, mayor de 16 años, y realizar los cursos de acceso y la formación continuada que se oferta. Yo llegué por casualidad; el alcalde de Milagro, Esteban Garijo, me pidió que montara una agrupación de voluntarios y con la ayuda de compañeros de Cintruénigo, así lo hice. Enseguida salí a la calle, y con la ayuda de los compañeros de Tudela, pude acceder a los primeros cursos. A partir de ahí, y con un amplio equipo que conforman la Junta y el apoyo municipal y foral, todo ha ido creciendo poco a poco.

“A los políticos e instituciones les pido que intensifiquen el apoyo a nuestras entidades, que nos sigan dando calor”

 

Protección Civil realiza una gran labor

¿Qué papel juegan las instituciones en el buen funcionamiento de Protección Civil?

Las instituciones son fundamentales. Nuestro trabajo como voluntarios está recogido en la Ley Nacional de Protección Civil, en la Ley Foral, en distintos planes de emergencia como el Platena (Plan de Emergencias de Navarra), y en estos días aparecerá en el nuevo Infona (Plan de Incendios Forestales de Navarra) y en diversos planes de emergencias como son los de inundaciones. Además, son las instituciones las que financian nuestro servicio con aportaciones que permiten hacer frente al coste de la uniformidad, combustible, seguros de vehículos y voluntarios, inversiones en instalaciones y materiales de trabajo, etcétera.

¿Y qué le pedirías a los políticos e instituciones en general?

Que intensifiquen el apoyo a nuestras entidades, que nos sigan dando calor, que favorezcan el conocimiento y reconocimiento de nuestra actividad voluntaria, y que se continúe con la línea de trabajo emprendida en el último año de organización de foros de discusión y encuentro, como los de incendios forestales. Es muy importante que podamos conocer el trabajo de los profesionales de las emergencias y que ellos conozcan a su vez nuestras capacidades.

Una gran unidad

¿Y qué frutos observas en esas líneas de trabajo que comentas?

El primer fruto es que los voluntarios de las cinco entidades operativas en Navarra estamos formándonos y trabajando juntos, más unidos que nunca. El segundo, que estamos aprendiendo más, y aprehendiendo nuevas técnicas de actuación y sus motivaciones. El tercero, que hoy estamos más cerca de la Administración y de sus profesionales, y que se está dando un feed back en el que nos vamos a ir retroalimentando. En cuarto lugar, hoy ofrecemos más calidad y nuestro trabajo es más conocido y reconocido. Si algo de positivo ha tenido la pandemia y las últimas grandes emergencias que hemos sufrido en Navarra, es que se ha visibilizado nuestro trabajo ante la sociedad en su conjunto, y ante los profesionales de las emergencias en particular. Y por último, aunque habría más razones, entiendo que la elaboración de un Reglamento del Voluntariado de Navarra es otro gran paso, y todos nos alegramos de que pueda publicarse en breve para que todos nos movamos con las mismas reglas de juego, en el mismo campo, y sin intrusos.

“Nuestro trabajo es tan importante o más cuando no se nos ve”

José Mª, ¿has hablado de intrusos?

Sí, porque existen, como en cualquier ámbito de la vida. Pero prefiero centrarme en quienes cumplen con su vocación de voluntario y lo hacen en cantidad, dentro de unos parámetros de calidad, y cumpliendo la legalidad.

¿Y qué le pides a la sociedad en su conjunto?

No podemos olvidar que, como concepto, todos somos Protección Civil. La pena es que sólo lo asumimos cuando ocurren las grandes catástrofes, emergencias o situaciones de calamidad pública como la pandemia de Covid. La sociedad debe asumir como tal que las recomendaciones e información que recibe son por su bien; que es importante la formación e información, y que el deber de socorro es ante todo eso, un deber. Le pediría que no se pierda nunca ese espíritu solidario que florece cuando vemos mal al prójimo. Por nuestra parte, lo que estamos haciendo es realizar campañas de información, acercarnos a los colegios, asociaciones y otro tipo de entidades, y participar en aquellos foros o eventos a los que nos invitan, para que se conozca más nuestro trabajo. Y desde luego, estar siempre ahí, aunque no se nos vea.

Pero se os ve, con esa uniformidad tan llamativa que hace que se os conozca también como ‘los naranjitos’…

Es verdad que se nos ve, sobre todo en los servicios que realizamos de día, cuando cortamos calles, ayudamos en eventos deportivos o cualquier tipo de celebración. Pero nuestro trabajo es tan importante o más cuando no se nos ve, cuando buscamos a menores desaparecidos, sacamos agua de casas inundadas, vigilamos ríos o actuamos ante emergencias sanitarias. Eso no sale en las fotos, pero también es parte del trabajo de voluntario de protección civil.