La parroquia del Rosario y su entorno son uno de los lugares donde se controla la población de palomas en Corella

El ayuntamiento de Corella va a continuar controlando la población de palomas que anida en los edificios de la localidad, un proyecto que inicio en 2016 y que en este tiempo ha permitido eliminar más de 4.500 palomas de los edificios corellanos.

Las palomas tienen consideración de plaga y en ocasiones son causantes de problemas graves de salud pública. Los cascos históricos se ha convertido en un hábitat que les proporciona comida, agua, refugio y zonas de nidificación a cambio de ocasionar importantes daños en fachadas y tejados.



Por todo ello, el ayuntamiento de la localidad va a insistir en los trabajos para controlar su presencia, trabajos que fueron adjudicados a la empresa veterinaria Víctor Ayensa y cuyo trabajo se centra en localizar los lugares de reproducción de las aves, observar donde se posan a lo largo del día, porque es donde causan importantes daños y donde las jaulas de captura son mas eficaces; y controlar las zonas donde comen y beben.

En Corella las casas viejas y deshabitadas del casco antiguo son sus lugares de nidificación y cría, cerca de las parroquias del San Miguel y del Rosario. «En estos puntos es donde más han actuado en diferentes ocasiones y en alguno de ellos ya se ha dado por finalizado el trabajo al no quedar palomas o ser residual su presencia, aunque si hacen un seguimiento y control del lugar y ponen las medidas pertinentes para que ya no pueda anidar en el interior de estos edificios», han apuntado desde el ayuntamiento.