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En Tudela hay firmas históricas que han crecido al ritmo de su ciudad, que han sabido adaptarse sin perder la esencia, y han mantenido el compromiso con sus clientes. En el sector de las Pinturas y Barnices la familia Anguiano, al frente de la delegación de Barpimo S.A., siguen siendo un referente de profesionalidad, conocimiento del producto y trato cercano.

La historia de Barpimo en Tudela se remonta a la década de los 60 del siglo pasado, D. Manuel Anguiano Coloma junto con su fiel colaborador Jesus Lázaro Revueltas, profesionales del barniz y la madera, hicieron amistad, como clientes, con D. Juan Ros Montesinos fundador de la empresa matriz en Nájera (La Rioja), una relación de la que surgió la oportunidad de representar en aquellos años a la firma, en Navarra, Zaragoza, Guipúzcoa y Soria.

Con el paso de los años, se fueron creando nuevas delegaciones que fueron acotando la zona a la Delegación de Navarra.

También llegaron nuevos productos y a los barnices se fueron sumando las diferentes pinturas y más adelante llegó la incorporación al grupo Barpimo, de nuevas marcas de renombre como Acritón, Pinturas Ega o Productos Diez.

El relevo humano, en Tudela, llegó con Carlos Anguiano Baquero, hijo de Manuel y actual responsable de Barpimo-Navarra, que se incorporó al negocio en los años 80, con tan solo 17 años, y más recientemente con su hijo Guillermo, tercera generación que se ha sumado a una empresa que mira al futuro con los pies bien asentados en su historia.

Asesoramiento, cercanía y calidad

La apuesta de Barpimo en Tudela es una filosofía basada en el asesoramiento experto y la atención personalizada. “No se trata solo de vender pintura”, afirma Carlos. “Queremos saber qué pretende pintar el cliente, cómo está la superficie en la que va a trabajar y cuál es el resultado al que quiere llegar, para poder aconsejarle qué proceso y que productos necesita realmente”.

Ese acompañamiento técnico que ofrece a profesionales y particulares es lo que diferencia a Barpimo Tudela. “No es la primera vez que atendemos a clientes después de haber probado con otros productos que no eran adecuados o que no se aplicaron bien. Aquí buscamos soluciones reales”.

Barpimo Tudela ofrece productos a medida, y colores personalizados con tintometría, además de complementos profesionales (disolventes, brochas, rodillos, lijas, pistolas, escaleras…).

Clientes fieles y soluciones para todos

Aunque el perfil de cliente mayoritario son profesionales (industria, pintores, barnizadores, carpinterías, …), los clientes particulares también han crecido notablemente, especialmente los que buscan calidad, un producto duradero y un consejo fiable. “Los colores personalizados son uno de los servicios más demandados por los particulares que buscan un acabado diferente”, explica Carlos.

Además, Barpimo Tudela cuenta con la confianza de empresas locales e industrias de la zona, que confían en sus productos y su experiencia, “clientes que llevan con nosotros décadas”, señala Anguiano.

Desafíos del sector

Barpimo Tudela también ha sabido adaptarse a un mercado cambiante. “Cada vez hay menos pintores profesionales, todo el mundo pinta, pero no todo el mundo sabe cómo hacerlo bien”, explica. A ello se suma el reto de competir con el precio y la inmediatez del comercio online. “Nosotros estamos aquí para ofrecer soluciones reales, explicar cómo aplicar un producto y lograr el resultado que el cliente necesita, algo que no te ofrecen ni Internet ni las Grandes superficies”.

Para Carlos Anguiano, el futuro pasa por seguir aportando valor al territorio. “Aquí no solo vendemos pintura. Aquí asesoramos y resolvemos problemas. “El comercio local genera empleo en la zona y no todo es cuestión de precio”.