Mari Luz Robles. (Foto Cruz Mauleón)
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Mariluz Robles ofrece en el Museo de Castejón  hasta el próximo 9 de febrero “La mirada sostenida”, colección que despliega una serie de obras que exploran la complejidad del ser humano a través de rostros femeninos, revelando historias ocultas, emociones profundas y una conexión personal que interpela al espectador.

Robles sorprende con una obra que adentra al espectador en diferentes historias. “Hay rostros que cuentan historias aunque sus labios estén cerrados”, afirma al presentar su exposición.

Cada una de las caras retratadas en sus lienzos no son solo un conjunto de trazos y colores; son ventanas hacia la vulnerabilidad, la fortaleza y las emociones humanas. Con orejas grandes, expresiones serenas y detalles meticulosamente elaborados, estos rostros desafían al espectador a detenerse, a mirar más allá de la superficie y a descubrir la narrativa que se esconde en cada gesto.

“Mira su semblante: grande, vulnerable, tan humano que parece imposible. Esas orejas amplias escucharon promesas que nunca se cumplieron”, describe la autora con una intensidad casi poética que se refleja en sus piezas.

En cada obra, Robles trata de capturas ese instante en el que el dolor, la alegría o la melancolía se convierten en universales, recordándonos que, a pesar de nuestras diferencias, las emociones nos unen en una trama común.

“Más allá de los detalles técnicos o los elementos estéticos, mi intención con esta serie es invitarles a reflexionar”, explica. Por ello cada obra parece interpelar al visitante: ¿Qué emociones despiertan en ti estos rostros? ¿Qué historias puedes imaginar detrás de cada mirada? Espero que encuentren en estas piezas no solo una expresión artística, sino también una conexión personal”, concluye Robles.

La muestra no deja indiferente a nadie invitando a detenerse y a reflexionar sobre lo que significa ser humano.