El compositor, pedagogo y especialista en música, cine y artes escénicas, Mariano Jiménez, ha recibido la Cruz de Carlos III el Noble, concedida por el Gobierno de Navarra, en reconocimiento a su trayectoria profesional y su compromiso con la cultura. El acto ha tenido lugar en el Salón del Trono del Palacio de Navarra y ha estado presidido por la presidenta de Navarra, María Chivite.
“Su labor como profesor y conferenciante ha permitido canalizar estas artes y hacerlas llegar a buen número de personas en nuestra sociedad. Muchas gracias, Mariano”, ha subrayado la presidenta durante la ceremonia, destacando el papel que ha desempeñado el premiado en la difusión del conocimiento artístico.
En su intervención, Jiménez ha expresado su vinculación vital con la música. “No se puede alcanzar el misterio último, pero sí acercarnos a una obra cercana en el que fondo y forma crean en nosotros una honda satisfacción. A esa aproximación a la obra musical he dedicado mi vida profesional, con el mismo tesón y la misma determinación entusiasta”.
Medalla a Tomás Muñoz Asensio
Junto a él, también ha sido distinguido el escenógrafo, pintor e hijo de Tomás Muñoz Sola, Tomás Muñoz Asensio, a quien la presidenta ha agradecido su “contribución a un nuevo lenguaje teatral” y su generosidad por donar al patrimonio público la obra de su padre. “Como pintor eres notable, pero has brillado como director de escena, escenógrafo e iluminador”, ha destacado Chivite.

Muñoz, por su parte, ha recordado sus raíces culturales: “Tuve la suerte de crecer en un hogar donde la cultura y el arte eran importantes. Mi padre, pintor, me enseñó a dibujar; y mi madre, profesora, me transmitió el valor de la educación”. Ha evocado también a su abuelo, hortelano, que “amaba la tierra” y recitaba de memoria fábulas de Iriarte y Samaniego.
Resto de premiados
Completan el grupo de personas reconocidas Carlos Ciriza, escultor; Joaquín Mencos, presidente de UNICEF Navarra; Esther Burgui, presidenta de UCAN; y José Julián Garciandía, empresario de Lakuntza, quienes también han recibido la condecoración por sus trayectorias ejemplares en el arte, la solidaridad, el cooperativismo agrario y el emprendimiento industrial.
La presidenta Chivite ha descrito a las personas premiadas como “representantes de la Navarra real de hoy en día. Una Navarra industrializada que no ha perdido sus raíces agrarias, que destaca por la transmisión del talento y la cultura, y que tiene la solidaridad y la igualdad en su ADN”.
Un reconocimiento al progreso de la sociedad navarra y su proyección exterior
La Cruz de Carlos III el Noble fue creada en 1997 para reconocer públicamente a personas y entidades que han contribuido de forma destacada al progreso de la sociedad navarra o a su proyección exterior. Desde entonces, cerca de un centenar de personas han recibido esta distinción, cuyo diseño evoca la figura del monarca que le da nombre.