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Corella ha vivido este jueves una jornada histórica para el futuro de su agricultura y su desarrollo socioeconómico. La Comunidad de Regantes de la localidad ha aprobado, con un abrumador respaldo, solicitar su incorporación a la Segunda Fase del Canal de Navarra. La decisión ha sido adoptada en una asamblea que ha contado con una notable representación por parte de los propietarios.

El resultado de la votación ha sido rotundo. Han apoyado el proceso 2.172 votos, 39 han votado en contra, ha habido 2 abstenciones y un voto nulo, de un total de 2.214 votos emitidos. La cifra refleja el respaldo casi unánime a un proyecto que se percibe como vital para garantizar el acceso al agua procedente del embalse de Itoiz y modernizar el sector agrario.

Un cambio de modelo

Desde la junta de gobierno de la Comunidad de Regantes, no han dudado en destacar la importancia del momento. “Lo que hoy decidimos aquí va a suponer un cambio total en la forma de cultivar y en el acceso al agua para nuestras explotaciones. No es una decisión cualquiera”.

El abogado José Pascual, que ha asesorado a la Comunidad durante todo el proceso, ha explicado con detalle los aspectos técnicos y jurídicos del procedimiento, así como el desarrollo práctico de la votación, que se ha realizado de forma secreta y mediante papeletas personalizadas según el número de votos de cada propietario.

Entre los aspectos clave abordados en la asamblea, se ha recordado que el proceso implica la segregación de una parte de la Comunidad de Regantes para su integración en la infraestructura del Canal de Navarra, con la excepción de la zona de huertas tradicionales, que continuará al margen del sistema.

Una infraestructura decisiva

El acceso al Canal de Navarra permitirá el riego de unas 3.748 hectáreas, modernizando las infraestructuras hidráulicas, reduciendo los costes energéticos, y permitiendo una gestión más eficiente del agua. Además, la incorporación abrirá la puerta a un proceso de concentración parcelaria con unidades mínimas de cultivo de 5 hectáreas y una reordenación que busca optimizar el uso agrario del suelo.

Según se ha explicado, el coste estimado de las obras para los agricultores será de entre 2.500 y 2.750 euros por hectárea, lo que representa aproximadamente un 10% del coste total, subvencionado en su mayoría por fondos públicos. Una vez en funcionamiento, los costes de explotación variarán entre 289 y 358 euros por hectárea y año, en función del consumo de agua.

Inicio de obras y referente

Si todo avanza según lo previsto con la licitación de las obras esta primavera, el inicio de las obras podría llegar a finales de 2025 o inicios de 2026. Corella ha sido la primera comunidad de regantes de la futura Fase II del Canal de Navarra en someter a votación este proceso, lo que la convierte en un referente para otras localidades del sur navarro interesadas en incorporarse a esta infraestructura hidráulica.

Una apuesta de futuro

El alcalde de Corella, Gorka García, ha calificado la jornada como “histórica y decisiva para el futuro del municipio”, destacando el respaldo masivo de la ciudadanía a la incorporación al Canal de Navarra como una “respuesta clara a una necesidad urgente”. García ha asegurado que la adhesión permitirá “transformar Corella para mejor” y ha subrayado que este resultado es fruto de “años de trabajo, especialmente intensos en los últimos meses”, en los que el Ayuntamiento ha trabajado activamente para informar y movilizar a los regantes. “La ciudadanía ha dicho sí al canal, y ahora empieza el verdadero trabajo para hacerlo realidad cuanto antes”, ha afirmado. También ha agradecido el compromiso del equipo municipal y de todas las personas implicadas en el proceso.

El concejal de Agricultura de Corella, Félix Bienzobas, ha celebrado el resultado como “espectacular y más que satisfactorio”, destacando el respaldo mayoritario y una participación de más del 70% del censo. Bienzobas ha subrayado que el proceso no termina con la votación. “Ahora empieza un trabajo intenso y complejo”, ha asegurado, señalando como prioridades la concentración parcelaria, la gestión de los comunales y la necesidad de colaboración entre el Ayuntamiento, la Comunidad de Regantes y el Gobierno de Navarra.

El edil ha recalcado que será imprescindible que el Gobierno foral habilite herramientas para desarrollar el proceso de reorganización del suelo y que las entidades locales aporten el personal y los recursos necesarios para sacar adelante esta transformación. También ha llamado la atención sobre el valor que este resultado puede tener como referente para otros municipios que deben votar su incorporación al Canal: “Este sí rotundo marca el camino para toda la Ribera”, ha afirmado.