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Cadreita volvió a convertirse este domingo en el epicentro musical de la Ribera gracias al III Encuentro de Cantautores, una edición que reunió en el Centro Cívico de la localidad a artistas de estilos y generaciones diversas, con un aforo prácticamente completo y un público entusiasmado.

Organizado por el Ayuntamiento de Cadreita, el acto reivindicó el valor de la canción de autor y contagió la pasión musical que, reconoció Jesús Nieva, concejal de Cultura, existe en la localidad. Desde la frescura juvenil hasta la esencia de la tradición jotera, el encuentro ofreció casi tres horas de música en directo que hicieron disfrutar a los asistentes desde el primer acorde hasta el cierre del espectáculo.

Una apertura fresca y rebelde

El encargado de inaugurar la tarde fue Daniel Subero, que presentó un repertorio fresco, y con un punto rebelde. El público conectó con la propuesta de autor joven y sin ataduras.

Gema Orte: magia sobre el escenario

La segunda intervención llegó con la voz cálida y envolvente de Gema Orte, que conquistó al auditorio con una actuación cargada de sentimiento. Su presencia escénica y su manera de sostener cada letra llenaron el escenario de una magia especial en uno de los momentos más delicados de la jornada.

Luisma Martínez: temas íntimos y emoción contenida

Tras ella, el escenario recibió a Luisma Martínez, quien regaló al público una serie de temas personales en los que brillaron su sensibilidad lírica y una diversidad de registros vocales y madurez artística.

Iñaki Auzmendi, la  vieja escuela

El encuentro también tuvo sabor a tradición. El navarro Iñaki Auzmendi, representó la esencia más pura del oficio del cantautor con su estilo reivindicativo y comprometido. No faltó su mítico “A sembrar”, recibido con ganas por el público.

Urmeneta y Gurrea, la jota que rompe moldes

El cierre de la noche fue un capítulo aparte. Diego Urmeneta y Alberto Gurrea demostraron que se puede llevar la jota a un nuevo contexto creativo, mezclando tradición y temas con personalidad propia.

El castejonero Diego Urmenta volvió a demostrar por qué se ha convertido en una referencia musical en todo el Valle del Ebro, desde Logroño a Zaragoza. Ofreció composiciones propias y una voz poderosa que emocionó al auditorio. Por su parte, Gurrea, ofreció un viaje íntimo por las raíces de la jota. Temas dedicados a la familia, al territorio y a la identidad Navarra y especialmente Ribera y sin que faltara una Jota Villancico.

Como broche final, ambos artistas interpretaron un dúo inolvidable que terminó en una ovación cerrada del público y la petición de un bis que atendieron los artistas.