IES Benjamín concierto
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El salón de actos del IES Benjamín de Tudela se llenó de emoción, arte y memoria en un concierto muy especial celebrado esta semana, que reunió a la orquesta del instituto, al alumnado de la ESO y a los colegios Huertas Mayores, Monte San Julián, Griseras y Elvira España. El concierto sirvió para conmemorar el 80 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial.

Bajo el lema no declarado pero presente en cada nota —la paz a través de la música—, el acto fue mucho más que una simple muestra de talento estudiantil: fue un homenaje a la historia, a la esperanza y a la capacidad del arte para sanar heridas y construir puentes.

Guiados por un guion profundamente reflexivo, las presentadoras dieron paso a cada una de las piezas con comentarios que invitaban a la memoria y a la reflexión. Desde la célebre marcha Pompa y circunstancia de Edward Elgar, símbolo de orgullo y esperanza durante la Segunda Guerra Mundial, hasta la desgarradora música de La lista de Schindler, interpretada magistralmente por la alumna de 2º de bachillerato Clara Vallespín, el repertorio navegó por los claroscuros del siglo XX.

No faltaron guiños a la resistencia del arte en tiempos difíciles, como en el Vals de Shostakovich —compuesto en plena guerra—, o la lectura del poema “Buna” de Primo Levi, a cargo de Irene Pérez, que recordó la fuerza de la palabra incluso en los campos de concentración.

El concierto incluyó también momentos de luz y actualidad, como la interpretación por parte de Carla Serrano de “El mundo”, de Pablo López, que devolvió al público una nota de esperanza contemporánea y accesible. Y como cierre, una vibrante pieza de Mike Oldfield, interpretada por los alumnos de 1º de ESO, sirvió de broche a este viaje musical que combinó historia, emoción y pedagogía.

Uno de los aspectos más destacados del evento fue la implicación de distintos centros educativos de la ciudad, lo que reforzó el carácter comunitario de la iniciativa. Docentes, estudiantes y familias se unieron en una experiencia colectiva que mostró el potencial transformador de la música en el ámbito educativo.

El IES Benjamín de Tudela demostró así que la educación va mucho más allá de los libros: es también memoria, emoción y compromiso con un mundo más humano. Porque: “Mientras la música siga sonando, siempre habrá un lugar para la paz y la libertad».

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