El Club de Rugby Gigantes de Navarra celebra este año su 30º aniversario y, con motivo de esta efeméride, recibirá el homenaje de la Peña La Revolvedera durante las próximas fiestas patronales de Tudela. La peña más joven de la ciudad ha querido así reconocer la trayectoria de este colectivo que, desde hace 30 temporadas lleva promoviendo los valores del rugby en la Ribera navarra, especialmente entre los más jóvenes.
El reconocimiento cobra un valor añadido al coincidir con la concesión del Premio Quiosco de Oro al jugador internacional tudelano Ángel Bozal, actualmente integrante de la selección española de Rugby Seven. Aunque Bozal no se formó en el club —descubrió el rugby ya en la universidad—, mantiene una estrecha relación con el Gigantes y ha visitado en varias ocasiones su escuela. “Que un tudelano esté en la élite internacional da visibilidad al rugby en nuestra ciudad y es una oportunidad para hacer crecer este deporte ”, asegura José Ángel Pérez-Nievas Borderas, secretario del club.
Tres décadas de esfuerzo y compromiso
Desde su fundación allá por el año 95, el Club de Rugby Gigantes de Navarra ha defendido el deporte del balón ovalado en una tierra poco acostumbrada al rugby. Aunque en estos momentos no cuentan con un equipo sénior en competición, mantienen activa su escuela de formación, con una decena de niños y niñas que participan en los Juegos Deportivos de Navarra y Aragón. “Nuestra esperanza es que estos pequeños crezcan y podamos ver en unos años un equipo sénior nacido de esta semilla”, explica Pérez-Nievas.
La actual directiva, compuesta por seis personas, coordina la actividad del club con el apoyo de un grupo de veteranos y varias familias. Uno de los pilares más importantes del proyecto es Peter, un galés afincado desde hace años en la Ribera, que forma parte activa de la dirección.
El rugby escolar se ha convertido en uno de los principales objetivos del club. Este curso, los Gigantes han llevado a cabo una amplia campaña de promoción en 13 centros escolares de la Ribera, un hito sin precedentes que ha llenado de ilusión a sus responsables. “No esperábamos tanta acogida. Estar presentes en tantos colegios ha sido una de las grandes alegrías de esta temporada”, subraya el secretario.
Una historia de partidos, campeonatos y respeto
Durante estas tres décadas, el club ha sido anfitrión de eventos de primer nivel: desde la visita de selecciones internacionales como Francia o Portugal, hasta fases de ascenso a División de Honor o finales de la liga femenina nacional. En el Nelson Mandela, campo donde habitualmente entrenan y compiten, han tenido lugar campeonatos de España y concentraciones que han reunido a más de 400 escolares.
“En estos años han pasado por aquí jugadores internacionales, selecciones y clubes míticos como la Sanboyana. Nos hemos esforzado siempre en ofrecer algo distinto, en enseñar el rugby como un deporte con valores”, relata Pérez-Nievas.
Uno de esos valores, quizá el más importante, es el respeto: al compañero, al rival, al árbitro y al público. “En el rugby se discute en el tercer tiempo, no sobre el campo. Solo el capitán puede hablar con el árbitro y siempre con educación. Eso lo llevamos a las escuelas y lo explicamos como base de nuestro deporte”.
Una nueva etapa y un futuro con esperanza
En los últimos años, el club ha querido innovar, acercándose también a otros colectivos tudelanos. Una de las novedades de esta temporada ha sido la organización de un torneo de rugby touch para las peñas de Tudela, una modalidad sin contacto y con equipos mixtos, que ha tenido un gran éxito de participación. “Queríamos agradecer la labor que las peñas hacen durante todo el año. La respuesta fue fantástica y nos lo han pedido para repetir el año que viene”, afirma satisfecho el secretario.
En este contexto, la relación con Ángel Bozal ha sido un impulso anímico importante para la entidad. “Nos encantaría poder decir que Ángel fue jugador de los Gigantes. No es el caso, pero lo sentimos como uno de los nuestros, por su cercanía y generosidad. Ha visitado a los chavales, ha compartido con ellos sus experiencias y eso no se olvida”.
El homenaje que recibirán de la Peña La Revolvedera supone el primer reconocimiento público que recibe el club en estos 30 años. “Nos ha emocionado. Somos muy pocos, pero llevamos tres décadas creyendo en esto. Que una peña joven como La Revolvedera se fije en nosotros y nos premie, nos hace pensar que todo este esfuerzo ha merecido la pena”, concluye Pérez-Nievas.


















