En 2014 C. Stahelski, y D. Leitch, iniciaron una saga cargada de violencia, acción, organizaciones secretas con John Wick, un individuo al que después de que una organización matase a su perro, inicia una despiadada venganza. Ahora, Len Wiseman (Underworld), narra este spin-off, para presentar a una joven que buscará venganza después de asistir al asesinato de su padre. El film lo protagonizan: Ana de Armas, Keanu Reeves, Ian McShane, Angelica Huston, Gabriel Byrne, Normas Redus.
Eve Macarro asiste de niña al asesinato de su padre a manos de The Chancellor (Gabriel Byrne). Un hombre Winston (Ian McShane), conduce a la niña hasta una organización, Ruska Roma dirigida por la directora (Angelica Huston), que adiestra a sus alumnas en el ballet y arte de matar. La niña Eve, se ha convertido en una perfecta arma de combate (Ana de Armas),por una misión, se alojará en The Continental para proteger a Daniel Pyne (Normas Redus), y a su hija, pero en la misión fallará.
Eve pide a la directora los nombres de los que mataron a su padre, pero ésta se niega ya que su organización tiene un pacto con estos sicarios de no agresión. Sin embargo, Eve, iniciará la búsqueda de los asesinos, llegando hasta una localidad, donde se alojan The Chancelor y sus defensores. Allí no solo descubrirá que está secuestrada la hija de Pyne, sino que se enfrentará cara a cara John Wick, una leyenda en el arte de matar…
El director de La jungla 4.0, sitúa su film dentro de la saga de John Wick entre la tercera y cuarta entrega, allí Eve se encontró con este proscrito por la propia Ruska Roma. La primera parte es algo anodina, en la presentación del personaje, pero rápidamente la acción se desencadena: muertes violentas con todo tipo de armas de fuego, cuchillos, lanzallamas, confirmando que lo único que importa es la acción y la violencia. Pedir rigor, coherencia narrativa, en esta saga es utopía.
Ana de Armas se convierte con todos los méritos en la nueva heroína del cine de acción, transmitiendo la energía necesaria a su personaje. Actores como Gabriel Byrne, Redus o Angelica Hustón, tienen papeles meramente testimoniales, incluido el propio Keanu Reaves.
En definitiva, un film que ofrece las intrigas del hotel Continental, las conspiraciones y sobre todo la violencia a raudales, como la saga de John Wick, al que más pronto que tarde van a resucitar.