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A escasos días del comienzo de las Fiestas de Santa Ana, Tudela ya huele a charanga, a pañuelo rojo y a reencuentros. Pero detrás de la magia que inunda las calles del 24 al 30 de julio hay meses de trabajo intenso, decisiones técnicas, emoción contenida y una dedicación absoluta. Verónica Gormedino, concejala de Festejos, lo vive con intensidad desde hace ya seis años: “Es mucho trabajo, no solo en estos días, sino durante meses. Pero la ilusión es incluso mayor que cuando empecé, porque ves que la gente responde”.

¿Cómo se viven estos días previos al inicio de las fiestas?

Con nervios, mucha ilusión y mucho trabajo. No solo en estos días, sino desde hace meses. Este año, además, se han juntado todos los pliegos que gestionamos desde Festejos: conciertos, fuegos artificiales, baños públicos, empresa taurina, gigantes… Todos a la vez. Ha sido un caos administrativo, pero también una gran satisfacción ver que, a pesar de todo, el esfuerzo del equipo se traduce en ilusión en la calle.

¿Cuál es la principal novedad de este año?

Sin duda, la recuperación de la Dorotea. Fue una propuesta de las peñas que me encantó. Yo no la conocí en su época, pero me informé y nos pusimos a ello. Será el jueves 8, de 3 a 4 de la madrugada, desde la Plaza Nueva por el casco antiguo. Es una forma de revivir tradiciones sencillas y con encanto. También vamos a decorar una calle de manera especial —lo desvelaremos en la rueda de prensa—, para que se convierta en lugar de referencia y fotografías. La decoración es importante: hay que celebrar visualmente lo que sentimos.

¿Qué retos ha implicado la gestión de esta edición?

Los pliegos han sido lo más técnico y laborioso. De hecho, los dejamos preparados por si no seguíamos gobernando, para que quien entrara tuviera el trabajo adelantado. Pero al final nos ha tocado volver a gestionarlo todo: mesas de contratación, adjudicaciones, revisión jurídica, intervención… Hemos cambiado de empresa de toros, por ejemplo, y nos hemos volcado en ayudarles a adaptarse a la plaza y a la tradición de los encierros.

¿Cuál es el secreto para que las fiestas de Santa Ana sigan teniendo tanto tirón año tras año?

Mantener la esencia, pero también introducir pequeños cambios, mantener la ilusión y cuidar todos los detalles. Intentamos sorprender con cosas nuevas —como el homenaje de este año en el cohete a las orquestas—, sin perder lo que nos hace únicos. Y todo, apostando siempre por lo local. Si podemos contar con artistas, orquestas o DJs de Tudela, lo hacemos.

¿Qué puede esperar el público de la programación musical?

Yo estoy encantada este año. Empezamos cumpliendo una petición popular: traer a Puro Relajo. Ha sido complicado, porque no trabajan con promotores, pero se ha conseguido. También estará la orquesta Jamaica el día 24, la Vulcano el 25 (una de las mejores del país) y, como plato fuerte, Antonio Carmona el 26, que me hace una ilusión tremenda. La Plaza Nueva acogerá a Paco Pil y Prisa de Play, y volverá Da igual estar guay, que ya se han convertido en fijos. También habrá mariachis, revista, y el regreso de María Jesús y su acordeón, que siempre tiene tirón.

Ocio y convivencia, ¿va a haber medidas para conciliar fiesta y descanso?

Estamos haciendo pruebas con un hilo musical común en Herrerías. Así, todos los bares podrán conectarse y sonar al unísono, evitando el caos de varios DJs simultáneos de estos años anteriores. Si funciona, se instalará de forma permanente. Todo para dinamizar la zona sin molestar.

¿Se mantiene el programa infantil?

Sí, y con mucha ilusión. Hemos querido reforzar la parte acuática, con más sombras y actividades refrescantes. Me encanta pensar en los niños, porque las fiestas que vives de pequeño te marcan para toda la vida. Queremos que todos tengan un recuerdo bonito, como el que yo tengo de cuando era niña.

¿Qué acto no te pierdes nunca?

El cohete. Para mí es el momento más emocionante. Es la unión total entre personas de todas las edades, ideas o culturas. Yo lloro antes, durante y después. Es una explosión de emoción colectiva. Algún año me gustaría vivirlo desde abajo, entre la gente, porque siempre lo veo desde arriba.

¿Cómo vive las fiestas desde que es concejala?

Las he redescubierto. Antes era más de noche, de bares y de conciertos. Ahora voy a la procesión, a almuerzos, a actos que antes ni conocía. Detrás hay mucho trabajo invisible, desde la limpieza hasta la brigada, la policía o Protección Civil. Y aunque duermes poco, lo vives con más intensidad.

¿Qué actos de los que organiza le imponen más respeto?

Los actos con riesgo, como encierros o eventos con mucha afluencia. Y también la procesión, que es muy bonita y solemne. Me duele cuando hay insultos a la corporación, Creo que hay otros momentos para protestar, pero no en ese. Santa Ana es la patrona de todos y hay que respetarlo.

Si tuviera que convencer a alguien para que viniera a Tudela por Santa Ana, ¿qué le diría?

Que las fiestas de Tudela no son ni las de Pamplona ni la Feria de Abril, pero son completas, acogedoras, cómodas y tienen un punto entrañable y festivo muy equilibrado. En Tudela puedes vivir la esencia de una fiesta popular auténtica, sin agobios, con buen ambiente, buena música y tradiciones. Yo creo que somos el mejor sitio de Navarra para vivir unas fiestas como las nuestras.