Corella ha rendido homenaje este domingo a siete vecinos asesinados tras el golpe de Estado de 1936 —Blas Martínez, Emiliano Martínez, Juan Arellano, José Sesma, Pedro Ruiz y Faustino Garijo y su hijo Justo Garijo— con la colocación de los primeros Tropezones en la localidad, dentro del proyecto memorial impulsado por la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra (AFFNA-36).
El acto, celebrado en distintas calles de la ciudad donde residieron las víctimas, marca el inicio del Proyecto Tropezones en Corella, una iniciativa que AFFNA-36 lleva desarrollando en Navarra desde hace una década para dignificar la memoria de quienes sufrieron la represión franquista.
La ceremonia, que contó con la colaboración del Ayuntamiento de Corella y la Asociación Cultural Tambarria, reunió a familiares de las víctimas, representantes de la entidad memorialista y numerosos vecinos y vecinas que acompañaron el recorrido por las calles, guiados por la música de un grupo de txistularis.
Un “tropiezo emocional” para despertar la memoria
Durante el acto, el vicepresidente de AFFNA-36, Eneko Arteta, explicó el sentido de estos pequeños hitos de latón que recuerdan a las víctimas frente a sus últimos domicilios. “El Tropezón no busca hacer tropezar al caminante, sino provocar un tropiezo emocional, un despertar de la conciencia y la memoria”, señaló.
Arteta recordó que el proyecto, inspirado en la iniciativa europea de las Stolpersteine nacida en Alemania, suma ya unas 250 placas colocadas en Navarra, en localidades como Pamplona, Estella, Sangüesa u Obanos. “Cada tropezón devuelve un nombre y una historia al lugar donde comenzó el terror franquista, en nuestras calles y plazas”, subrayó.
El representante de AFFNA-36 anunció además que, antes de que finalice el año, la asociación publicará un libro y un cortometraje que recogerán la historia de este proyecto y su aportación a la memoria democrática en Navarra.
“Verdad, justicia y reparación”
Por su parte, la presidenta de AFFNA-36, Amaya Lerga, destacó el valor de esta jornada para Corella y para las familias. “Hoy es un día importante, no solo para quienes recordamos, sino para todo el pueblo. Es una forma de exigir verdad, justicia y reparación, pilares de una sociedad democrática que mira al pasado con responsabilidad”, afirmó.
Lerga agradeció el trabajo de las familias corellanas que impulsaron la iniciativa tras las jornadas de memoria celebradas en abril. “Su implicación y su compromiso han hecho posible que Corella forme ya parte de este mapa de la memoria que sigue creciendo por toda Navarra”, añadió.
La emoción de las familias
El acto concluyó con la intervención de una familiar de Blas Martínez, que recordó al trágica historia de este pastor corellano y recitó unos versos escritos en su recuerdo, entre los aplausos del público. “Estas placas son justicia y memoria. Hoy, por fin, sus nombres vuelven a casa”, expresó.
Con la colocación de estos siete Tropezones, Corella se suma al itinerario de memoria que AFFNA-36 promueve desde hace diez años en pueblos y ciudades navarras, devolviendo dignidad y reconocimiento a las víctimas del franquismo.


















