La necesidad de una Tudela más verde y sombreada es una demanda evidente, ya que las olas de calor cada vez más intensas y prolongadas y la ausencia de arbolado y de sombras, unida al predominio del cemento, convierten nuestros espacios públicos en lugares hostiles cuando el calor aprieta. Es por eso que, con el objetivo de pulsar la opinión de los tudelanos/as, desde el Colectivo de Independientes hemos lanzado recientemente una breve encuesta para valorar algunas iniciativas que proponemos para conseguir una Tudela más verde y más amable.
La gran mayoría de las más de 120 personas que han respondido al cuestionario han priorizado una “campaña de plantación de arbolado y compromiso de mantenimiento”. Esta medida ha recibido una nota media de 9.58 sobre 10, y ha sido la más reclamada. No es de extrañar, si recordamos el “funeral-protesta” al que cientos de tudelanas y tudelanos acudimos cuando se eliminaron los árboles de la calle Muro, en enero de 2024.
La segunda propuesta más valorada ha sido la de instalar más fuentes, y por supuesto controlar que funcionen las ya existentes. Fuentes para beber y para refrescarse, fuentes para personas y para mascotas. Lo cierto es que esto no supondría una gran inversión, pero sí un importante alivio para la ciudadanía en los numerosos días de calor intenso que nos toca vivir.
La tercera medida más votada en la encuesta ha sido la creación de corredores verdes y la instalación de pérgolas y toldos que proporcionen sombra. En efecto, Tudela carece de recorridos sombreados para pasear o hacer deporte. La ciudad tiene una red inconexa de carriles bici y hacen falta trayectos verdes que permitan circular de una parte a otra de la misma, que comuniquen el núcleo urbano con los polígonos industriales y que cubran los trayectos hacia los centros educativos y sanitarios. Está comprobado que la existencia de corredores verdes disuade del uso del coche y anima a practicar una movilidad activa (a pie o en bicicleta), lo que mejora simultáneamente la calidad del aire en la ciudad y la forma física de sus habitantes.
La encuesta ha reflejado también un apoyo mayoritario a la reducción de las podas excesivas que algunas veces se hacen en los árboles de nuestra ciudad (que incluso pueden acabar matándolos), así como a la elaboración de un plano de refugios climáticos que incluya la localización de las zonas sombreadas y de las fuentes. De nuevo, dos medidas que no supondrían costes elevados y serían fáciles de aplicar.
Ha habido también aportaciones libres, algunas de ellas muy interesantes, como aquellas que han recordado la necesidad de climatizar los centros educativos y de dotar de sombra a los parques infantiles, de abrir edificios que se mantienen frescos en las olas de calor (como palacios e iglesias), de fomentar fachadas verdes y toldos vegetales; de disponer de más piscinas municipales, de realizar un inventario del arbolado existente y de llevar a cabo campañas informativas de sensibilización climática; de urbanizar con menos cemento (que retiene el calor) e incluso de crear subvenciones a particulares para climatizar las viviendas.
Como conclusión, lo que se reclama es preservar la vegetación, aumentarla considerablemente en número y porte, crear corredores verdes y sombreados,
instalar más fuentes, habilitar refugios climáticos y, en definitiva, transformar el urbanismo actual, basado en el cemento, en uno verde y amable con las personas. Y esto debería convertirse -porque actualmente no lo es- en una prioridad municipal, que debiera blindarse con un consenso que no dependa de unos u otros partidos. Sería necesaria la firma de un PACTO VERDE MUNICIPAL, que tenga el refrendo de la ciudadanía, que esté apoyado en un plan integral con medidas a corto, medio y largo plazo, y que se dote de presupuesto suficiente y garantizado en el tiempo. Esto es lo que se está pidiendo en Tudela, que quiere ser verde y amable.
Miguel Carasusán y Amaia Idoate
Colectivo de Independientes de Tudela