Alejandro Toquero, alcalde de Tudela
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A pocos días del inicio de las Fiestas de Santa Ana 2025, Alejandro Toquero comparte su visión de estos días tan especiales para la ciudad. Habla del equilibrio entre respeto y disfrute, de cómo deben evolucionar las fiestas sin perder su esencia, del papel clave de las peñas y de la emoción que despiertan gestos como delegar el cohete o escuchar una jota. “Tudela se transforma durante siete días —dice— y cada persona encuentra su momento. Lo importante es vivirlo con respeto y ser los mejores anfitriones”.

Llegan las fiestas, ¿cómo se viven estos días en la alcaldía y el Ayuntamiento?

He vivido ya seis fiestas como alcalde, aunque tuve que cancelar dos ediciones por la pandemia del COVID, como tantos otros. Y sinceramente, creo que no hay momento más duro para un alcalde que tener que quitarle la fiesta y la alegría a tanta y tanta gente. No sé cómo lo pude hacer en su momento, supongo que estábamos tan centrados en gestionar la crisis sanitaria que lo asumimos como parte de nuestra responsabilidad, pero fue muy duro.

Ahora lo vivimos con ilusión. Esperando que llegue ya el 24 de julio. Todo está preparado, todo está orquestado. De hecho, no es que estemos ultimando detalles de las fiestas, es que ya estamos cerrando las Navidades. Trabajamos con una planificación que va de seis meses en seis meses, porque así es como funciona todo esto.

Con muchas ganas, viendo ya cómo sale la programación popular, cómo va tomando forma todo lo previsto. Y ahora mismo lo siguiente que nos toca es poner los pañuelicos a los niños nacidos el año pasado, que para mí es uno de los actos más bonitos y emotivos de estas fechas. Y ya estamos también, como cada año, debatiendo en el equipo de gobierno quién será la persona encargada de lanzar el cohete.

Uno de los retos que ha defendido ha sido el de modernizar la ciudad, ¿es necesario modernizar también las fiestas?

Nosotros siempre intentamos innovar, pero también digo una cosa, el 80 % de los actos de las fiestas patronales de Santa Ana son inamovibles. Yo no me atrevería, ni lo haría, a tocar el cohete, la procesión, la gigantada, los almuerzos, los actos de las peñas… Están tan arraigados que forman parte de la esencia misma de nuestras fiestas.

Donde sí vemos margen de mejora es en otras áreas. Por ejemplo, cada año tratamos de potenciar las actividades dirigidas a los niños y a las personas mayores. Este año, en colaboración con la hostelería de la calle Herrerías se instalará un único hilo musical para evitar el ruido.

Y por supuesto, seguimos trabajando de la mano de las peñas, de la hostelería, de todos los implicados para seguir mejorando. Hay cosas que no se pueden ni se deben tocar, pero otras sí se pueden modernizar. Un ejemplo es la mejora y potenciación de las corridas de toros. Este año hemos apostado por un mejor cartel para atraer a más gente a la Chata de Griseras.

Ahora hay que atender cuestiones que antes casi ni se planteaban, como conciliar el descanso y evitar molestias a los vecinos. ¿Tanto ha cambiado la sociedad respecto a las fiestas?

Hay que saber conjugar el derecho al descanso de los vecinos —que por supuesto tienen sus derechos y además hay que cumplirlos— con el derecho al disfrute de quienes esperan con ilusión esa semana festiva para desconectar, alegrarse y vivir la ciudad de otra manera.

También es verdad que todos sabemos que vivir en el casco antiguo o en el centro de Tudela durante las fiestas es complejo: hay más ruido, más actividad, más sonidos… Por ejemplo, en la Plaza de los Fueros tenemos totalmente asumido que allí se celebran los conciertos nocturnos, que terminan a las dos o tres de la madrugada. Justo al lado está la residencia de mayores Nuestra Señora de Gracia, cuyas habitaciones dan a esa misma plaza. Y fíjate, nunca hemos recibido una queja por parte de la residencia. Lo tienen asumido. Y no solo en fiestas: también durante las Jornadas de la Verdura o en cualquier otro evento que se organiza en ese espacio, porque la Plaza de los Fueros es, al fin y al cabo, el salón de estar de Tudela.

Hay gente que entiende eso perfectamente, y hay otra a la que, por supuesto, debemos escuchar y respetar. Por eso intentamos equilibrar al máximo los horarios de descanso con el derecho a disfrutar de lo que representa vivir el centro en fiestas.

¿Cuál es su mayor preocupación para las fiestas?

Sin duda, la seguridad. Para mí, siempre ha sido la principal preocupación. Este año, por primera vez, vamos a contar con un refuerzo importante: ya están funcionando las nuevas cámaras de videovigilancia instaladas en zonas clave como Mercadal, Carnicerías y la plaza de San Jaime. Vamos a ver cómo actúan durante las fiestas, porque todas esas zonas de gran afluencia de público estarán videovigiladas las 24 horas.

Siempre he dicho que una ciudad más segura es una ciudad más moderna. Y quien no tenga nada que temer, no tiene por qué preocuparse de que haya cámaras en las calles de Tudela. Al contrario.

A partir de ahí, lo más importante es que no ocurra nada extraño ni en los actos ni en ningún otro punto de la ciudad. Vamos a trabajar para fomentar y reforzar la presencia de todos los cuerpos y fuerzas de seguridad, que estarán en la calle. La semana anterior a las fiestas celebraremos la Junta de Seguridad, como hacemos siempre.

Y, sobre todo, hago un llamamiento al respeto: que se respete a las mujeres, a los mayores, a todo el mundo. Que todo el mundo disfrute de las fiestas, que seamos los mejores embajadores de nuestra ciudad, pero siempre con respeto. Y a quien no respete, que sepa que estaremos ahí, vigilando.

¿Cómo valora el papel de las peñas y otros colectivos en las fiestas de Tudela?

Es fundamental. Además hay que decir que las peñas y otros colectivos festivos no solo trabajan durante las fiestas; su aportación es constante a lo largo de todo el año. Desde el Ayuntamiento, tanto desde la Concejalía de Festejos como desde las áreas de Comercio y Turismo, mantenemos una colaboración continua con ellas. Estamos en contacto permanente, trabajando juntos, escuchando sus propuestas y potenciando su implicación.

La Federación de Peñas, por ejemplo, colabora no solo en los actos festivos, sino también en actividades como festivales y eventos organizados en espacios como la antigua cooperativa de Labradores. Su implicación es total y va mucho más allá de los días festivos.

Desde aquí quiero agradecerles de verdad su labor, porque sin ellas, las fiestas perderían muchísimo. Serían otra cosa, muy distinta. Las peñas dan a las fiestas esencia que peculiar de nuestras fiestas que es irremplazable.

Alejandro Toquero
¿Cuál es la banda sonora que le evocan las fiestas de Tudela?

Para mí, sin duda, la banda sonora de las fiestas de Tudela son la Jota de Tudela y La Revoltosa. Es escucharla y se me eriza la piel. Me emociona, me transporta directamente al ambiente festivo de Santa Ana.

Y La Revoltosa, ¿qué te voy a decir? Solo con oír sus primeros compases, muchos ya nos imaginamos en la Plaza Nueva bailándola. Es una música que tiene esa capacidad de emocionarte y hacerte sentir en fiestas.

También la música de los gaiteros por las calles, la banda tocando pasodobles y música festiva, las jotas, el sonido de las charangas… Todo eso forma parte de la banda sonora emocional que nos conecta con nuestras fiestas de Santa Ana.

Vuelve a delegar el lanzamiento del cohete

Para mí, lanzar el cohete es uno de los mayores honores que puede tener un tudelano.  Pero también es verdad que tomé la decisión, ya hace años, de delegar ese honor. Porque creo que es un gesto muy bonito que el alcalde, que tiene la potestad de hacerlo, lo ceda a alguien que se lo merece, a alguien que haya hecho algo especial, valioso o altruista por Tudela. Y voy a seguir en esa línea.

Yo disfruto mucho estando al lado de esa persona o personas, viendo su emoción, su cara de felicidad, oyéndoles gritar ¡Viva Tudela, viva Santa Ana, viva Navarra! desde el balcón del Ayuntamiento, con la Plaza de los Fueros abarrotada. Es un espectáculo maravilloso. Así que sí, para mí sigue siendo un honor… pero es un honor que seguiré compartiendo.

Si tuviera que definir las fiestas de Tudela en una frase…

No puedo definir las fiestas de Tudela en una sola frase, me resulta imposible. Se hacen en honor a nuestra patrona, Santa Ana, por la que hay una devoción absoluta, y son siete días de 24 horas en los que cada persona encuentra su momento: el cohete, la procesión, un almuerzo, seguir a los gigantes con los gaiteros, reencontrarse con alguien que vuelve a casa, recuperar una amistad, compartir con familia y amigos que vienen de fuera… Son días en en los que se vive con orgullo y con pasión por Tudela. Y resumir todo eso en una frase es quedarme corto.

¿Qué mensaje va a trasladar a los tudelanos y visitantes para estos días?

Que disfruten, que busquen su momento, ese instante que hace únicas las fiestas para cada uno. Que se olviden de los problemas, que todos los tenemos, y que vivan estos días con alegría.

Pero además quiero insistir en algo muy importante: que seamos grandes anfitriones. Viene mucha gente de fuera, no solo de la Ribera, también de otros lugares. Hay quien llega sin conocer la fiesta y sin saber a dónde ir, y ahí entramos nosotros. Los tudelanos somos, y tenemos que seguir siendo, los mejores anfitriones y los mejores guías turísticos que tiene esta ciudad.

Que quien venga sepa que si se agarra a un tudelano, seguro que se lo pasa bien. Porque si algo somos en esta tierra es abiertos, roceros y socarrones, y eso hay que lucirlo estos días y disfrutar de nuestras fiestas, que son únicas.