Carlos Bonel, alcalde de Ablitas
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Ablitas se prepara para vivir uno de los fines de semana más especiales del año con la celebración de sus fiestas patronales en honor a Santa María Magdalena, cuyo acto más singular es, sin duda, el lanzamiento de las peras. Una tradición única en Navarra en torno a la que se reúnen vecinos y muchos visitantes.

Las fiestas tendrán lugar el fin de semana del 19, 20 y 22 de julio, tras la decisión consensuada por los vecinos de mantener esta celebración en el fin de semana más próximo a la celebración de la Virgen.

Carlos Bonel, alcalde de Ablitas, explica que el origen de esta peculiar tradición tiene tintes casi legendarios. “Se cuenta que hace años una persona robó muchas peras y, tras capturarlo, como castigo, le mandaron repartirlas por el pueblo. De ahí parece que surgió esta costumbre, que con el tiempo ha derivado en lanzar las peras desde el balcón del antiguo Ayuntamiento”.

500 kilos de peras

Este año está previsto lanzar unos 500 kilos de peras repartidos entre el acto principal y el acto infantil. Esta último, pensado para el disfrute los más pequeños, tiene lugar a las 21:30h. y en esta ocasión lo protagonizará la quinta de 2013. El acto principal llegara poco después, a la 1:00 de la madrugada, y será la quinta de 2007 la encargada de protagonizar este acto. “Desde el año pasado hemos querido rendir un pequeño homenaje a la quinta que cumple 18 años en Ablitas, dándoles el honor de lanzar el cohete que inician las fiestas y las peras. Creemos que es una forma de reconocer a los jóvenes de Ablitas en un momento muy especial para ellos”, explica el alcalde.

Además, como ocurre desde hace dos años, se colocan mesas con barquillas donde los vecinos podrán recoger la fruta sin necesidad de jugársela a atraparla al vuelo. “La tradición es bonita, pero también hay que hacerla con responsabilidad. Una pera pesa, y si te cae mal, te puede hacer daño”, bromea el alcalde.

Más allá de las peras, las fiestas de la Patrona han apostado en los últimos años por las celebraciones de día, con un impresionante ambiente en el «tardeo» que se celebra frente al nuevo ayuntamiento. «Era un hueco que teníamos en las fiestas sin cubrir, y desde hace tres años se ha convertido en uno de los actos más concurridos. Desde las cinco de la tarde hasta la medianoche, la calle se llena de vecinos de todas las edades», destaca Bonel. “Es un fin de semana para pasarlo bien, para compartir la fiesta en la calle y dar a conocer esta fiesta tan nuestra”, concluye Bonel.