No, no todas las personas en Navarra accedemos de igual forma a los servicios públicos. La brecha territorial entre La Ribera y la Comarca de Pamplona sigue siendo un importante problema que genera gran desigualdad social, económica y, como en nuestro caso, sanitaria.
Nos permitimos la licencia, con su permiso, de lanzar esta denuncia pública también por todas las personas y familias que han vivido y están viviendo una situación similar.
Setenta y cuatro años, dependiente de una máquina de respiración prácticamente las veinticuatro horas, no puede hablar, ni andar. Su cruel e injusto día a día es convivir con la maldita ELA.
Uno de sus grandes condicionantes diarios es que su principal alimentación depende de una sonda gástrica. Sonda que debe ser cambiada cada seis meses. ¿Dónde?, en Pamplona. Si existe cualquier problema o urgencia con ella, como nos ha sucedido hasta cuatro veces en apenas un año, la última el pasado viernes. ¿Dónde tuvimos que acudir?, a Pamplona. ¿Por qué?. Sencilla e incomprensiblemente porque en el hospital de Tudela, que presta servicio y atiende a más de 100.000 personas, no cuenta con profesionales digestivos especializados en gastrostomías las veinticuatro horas, como así nos lo han confirmado y lo hemos podido comprobar personalmente.
«Nos merecemos contar con especialistas digestivos»
No es de recibo ni aceptable. El Hospital de Tudela, La Ribera y todas las personas que se encuentran en una situación igual o similar se merecen y nos merecemos contar con especialistas digestivos que sepan colocar, cambiar y resolver problemas con sondas gástricas durante las veinticuatro horas. No pedimos más servicios, sólo el mismo que se ofrece en la Comarca de Pamplona.
Si esto fuera poco, después de tener que desplazarte hasta Pamplona, con todos los inconvenientes que conlleva, por una visita rutinaria o por una urgencia, para algo que debiera darse solución en Tudela, te queda la vuelta. Te queda tener que esperar nada más y nada menos que dos o tres horas a una ambulancia para el traslado a casa. Un auténtico despropósito.
El servicio de ambulancias tras una llamada al 112, hasta el momento, impecable. Las y los profesionales maravillosos y maravillosas. Como el servicio y atención del personal público sanitario. Pero los recursos del servicio de ambulancias para transporte después de recibir un alta hospitalaria o de urgencias son muy insuficientes.
No se puede hacer esperar dos o hasta tres horas a nadie pero mucho menos a personas mayores, con ciertas patologías o enfermedades complejas y complicadas. No es de recibo ni aceptable.
Es indigno y atenta contra el derecho a la salud que tienen y tenemos las personas.
La brecha territorial sanitaria se combate con más inversión en nuestros servicios públicos. Es una necesidad y, lo más importante, un derecho fundamental.
En resumen, necesitamos más ambulancias y más personal especialista en el Hospital de Tudela. Es imprescindible y ¡urgente!.
Familia Álvarez Yanguas. Castejón (Navarra)

















