Ribera riesgo inundación
Calle San Miguel el 7 de septiembre de 2004
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El Observatorio de Sostenibilidad (OS) ha publicado el informe “Infraestructuras críticas inundables en España”, en el que se detallan las instalaciones, servicios y edificios situados en zonas con riesgo de inundación. El estudio se basa en datos oficiales y analiza el grado de exposición de infraestructuras esenciales ante un posible desbordamiento con una recurrencia de 500 años, lo que equivale a una probabilidad anual del 0,2% de sufrir una acometida de aguas.

En el caso concreto de Navarra, el informe advierte de la existencia de decenas de instalaciones en riesgo dentro de esta lámina de inundación. El director del OS, Fernando Prieto, recuerda que “en la dana de 2024, 16.000 hectáreas que se inundaron quedaban fuera de esta lámina”, lo que demuestra que los episodios extremos pueden afectar también a zonas teóricamente seguras.

La Ribera, una de las zonas más afectadas

El análisis de los datos correspondientes a los municipios de la Ribera revela la presencia de al menos 44 infraestructuras clasificadas en situación grave o muy grave de riesgo de inundación. Entre ellas se incluyen depuradoras (EDAR), centros educativos, residencias de personas mayores, instalaciones industriales y servicios básicos como estaciones de agua o energía.

Municipios como Tudela, Azagra, San Adrián, Cortes, Fustiñana, Andosilla, Funes o Villafranca,  concentran varias de las instalaciones más expuestas. En Tudela, por ejemplo, figuran en la categoría de muy grave la EDAR, el servicio de agua, varias industrias y residencias de mayores.

El riesgo alcanza también a centros escolares —como los de Azagra, Funes, San Adrián, Andosilla o Falces— y a puestos de la Guardia Civil en Azagra y San Adrián. El documento identifica igualmente instalaciones industriales sensibles, como Papertech S.L., Mercantil Uve S.A. o Nilsa-EDAR Tudela, todas ellas dentro de zonas susceptibles de inundación.

El OS pide medidas urgentes de prevención

El informe en Navarra ha sido elaborado por Fernando Prieto, Director del Observatorio de Sostenibilidad y Julen Rekondo, de la Fundación Clima / Klima Fundazioa y Premio nacional de Medio Ambiente.

En él, el Observatorio advierte de que la ocupación de las llanuras de inundación y la proximidad de infraestructuras críticas a los cauces aumentan de forma notable la vulnerabilidad ante crecidas. En su informe, se reclama una mejora de los sistemas de alerta temprana y la creación de una etiqueta de calificación frente al riesgo de inundación para edificios e instalaciones esenciales.

Además, se propone paralizar nuevas construcciones en zonas de riesgo, revisar los planes urbanísticos y apostar por soluciones basadas en la naturaleza, como la creación de llanuras de inundación controladas antes de los núcleos urbanos, que permitan frenar la fuerza del agua y reducir los daños. “El agua debe llegar más remansada; lo contrario genera una energía brutal que se lleva por delante absolutamente todo”, señala Fernando Prieto.

Le sigue una propuesta novedosa: “Implementar una etiqueta de calificación de edificaciones e infraestructuras críticas frente al riesgo de inundaciones”, señala Julen Rekondo.

«Navarra no es ajena a la situación general climática que se da en otros lugares y la tendencia en la ocurrencia de episodios extremos de temperatura ya se está dando y se va a acentuar. A su vez las precipitaciones están sufriendo cambios muy drásticos con alteraciones cada vez mayores en sus extremos», según Julen Rekondo.

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