Deseo a todos los lectores que en este verano tórrido, hayan disfrutado del mar, montaña, amigos y familia. A nivel cinematográfico, poco, las comedias familiares, superhéroes han inundado la cartelera. Destaco la comedia dirigida por la directora Celine Song, (Vidas pasadas), donde narra como una arregla citas (matchmaker), se debate entre: un joven buscavidas, y un apuesto multimillonario. El film lo protagonizan: Dakota Johnson, Chris Evans, Pedro Pascal.
Lucy (Dakota Johnson), famosa matchmaker trabaja en la empresa de Violet (Mary Ireland), emparejando a mujeres y hombres, calculando las similitudes entre sus clientes, al modo de una balanza de pagos de emociones y afectos. Ella sigue soltera, hasta que en la boda de una de sus citas, conoce a Harry (Pedro Pascal), un apuesto multimillonario, el sueño de muchas de sus clientas. En esa boda, Lucy se encuentra con su antiguo novio, John, actor que sobrevive económicamente como puede realizando múltiples trabajos, por eso le dejó Lucy.
A pesar de varias citas con Harry, Lucy se resiste, hasta que un día admite que él encarna su sueño: status, seguridad económica, y donde prima lo material. John sigue queriéndola, pero ella tiene muy claro su modo de vida. Una noche, descubre que Harry se ha operado para cambiar su físico, y lo que les une no es amor. Este hecho y la llamada de una clienta que ha sido agredida por su cita, la empujan a una decisión radical…
Celine Song crea una comedia romántica, con el típico triángulo amoroso, con sus arquetipos, y por otro lado, retrata los valores por los que nos guiamos: el dinero, la fama, la apariencia. La directora de origen coreano plasma un Nueva York de lujo: bares, hoteles, restaurantes, evocando a Sexo en Nueva York, más que el de Cuando Harry encontró a Sally, provocando que el continente anule un poco el contenido, y la crítica a la mercantilización del amor, quede difuminada.
Dakota Johnson destaca por su belleza, y por su capacidad para mostrarse como una mujer fría, calculadora con sus citas, para luego transmitir su vulnerabilidad, necesidad de afecto. Chris Evans y Pedro Pascal, poseen química con la protagonista, pero sus papeles son más intrascendentes.
Una comedia romántica que apunta como el amor, no es tan controlable, ni tan reducible a ganancias o pérdidas como en un balance económico.
