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Eran las ocho horas y cuarenta minutos de la tarde del jueves 19 de junio, cuando el secretario de la Cdad. de Regantes de la Nava y Alhama de Cintruénigo hacía públicos los resultados de la votación habida minutos antes, por la que los partícipes de de dicha Comunidad, reunidos en Junta General Extraordinaria al efecto, decidían la “Segregación de las parcelas de la Comunidad de Regantes de la Nava y Alhama de Cintruénigo incluidas en la Segunda Fase del Canal de Navarra y su adhesión al mismo, al proceso de concentración parcelaria y la modernización de regadíos del Gobierno de Navarra, conforme Ley Foral 1/2002 de Infraestructuras Agrarias, constituyendo una nueva comunidad, permaneciendo la originaria Comunidad de Regantes de la Nava y Alhama de Cintruénigo con el resto de las parcelas no incluidas.”

1.130 votos a favor, por 55 en contra; además de 55 abstenciones y 3 nulos. El resultado abrumador abría, de par en par, la puerta al futuro de Cintruénigo.

Un año antes había comenzado el proceso que llevaría a esta Asamblea. Riegos de Navarra y la Junta de la Comunidad intercambiaron información para concretar la zona regable, las hectáreas afectadas, el procedimiento a seguir, etc. Además, en este período se conoció el Plan de Regadíos de Navarra 2023-2042.

Cintruénigo dijo sí. Quedan flecos importantes por solventar, tal y como se dejó patente en la reunión. Dos importantes zonas que abarcarían 750 hectáreas se encuentran fuera del Plan de Regadíos, pendientes de inclusión tras las oportunas alegaciones presentadas. El tema de la propiedad de las fincas, que es discutido por Gobierno de Navarra y que habrá de resolverse definitivamente. Y la concreción de los proyectos de riego de los Sectores XVI y XVII, que son los que regarán las 2.300 hectáreas previstas inicialmente.

Cintruénigo, a lo largo de su historia, ha dado múltiples muestras de unidad a la hora de enfrentarse a dificultades o acometer nuevos retos, se dijo en la asamblea, para enfatizar la importancia de la decisión a tomar. Ciertamente, los retos y las dificultades en materia de agua han sido constantes en el devenir de la villa de Cintruénigo; y es que, prácticamente, cada generación ha tenido que tomar decisiones trascendentes en cuestiones relacionadas con el riego. Y tocaba una vez más. Y al igual que en el pasado, Cintruénigo también en esta oportunidad estuvo a la altura de las circunstancias y los partícipes afectados asumieron el reto que se les presentaba.

Así pues, el sentir de los agricultores y propietarios de Cintruénigo no fue diferente al de otras ocasiones. Si en 1987, el 91,47% de los votos de los partícipes apoyaron el proyecto de elevación de agua del Canal de Lodosa, gracias al cual se ha bebido y regado en estos últimos años, este jueves 19 que ya queda para la historia de Cintruénigo, el 93,16% de los votos apoyaron la adhesión de la Comunidad de Regantes al Canal de Navarra.

Ahora toca definir, resolver y concretar las condiciones y requisitos necesarios para que el agua del Canal de Navarra sea una realidad en Cintruénigo y no, como hasta ahora, una promesa que se ha ido dilatando durante los últimos treinta años. Todo es posible y todo cabe si hay voluntad. Cintruénigo ha dicho de manera clara y contundente que quiere el Canal para regar sus tierras. Ahora que Gobierno de Navarra, Ayuntamiento de Cintruénigo y Comunidad de Regantes trabajen de la mano y atiendan el sentir de todo un pueblo. Y nada de poner palos en la rueda.

Comunidad de Regantes de la Nava y Alhama de Cintruénigo