Tudelano
Foto: CD Tudelano
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El CD Tudelano sufrió esta mañana en Ibaia su segunda derrota de la temporada, un 3-1 engañoso que no reflejó con justicia lo visto sobre el terreno de juego. Los de Héctor Urquía, superiores por momentos y con oportunidades claras para cambiar el rumbo del encuentro, vuelven de Vitoria con la sensación de que se escapó un partido en el que el esfuerzo y la propuesta merecieron otro desenlace.

El choque no pudo empezar peor para los intereses blanquillos. En el minuto 3, Alber Moreno adelantó al Alavés B en su primera llegada. Pese al golpe inicial, el Tudelano reaccionó con personalidad, adelantó líneas y comenzó a generar peligro.
Fruto de esa insistencia, en el minuto 18 llegó el premio: Alayeto transformó un penalti, poniendo el 1-1 y devolviendo la igualdad al marcador. Sin embargo, la alegría duró poco. Solo un minuto después, en una acción aislada, Pinillos aprovechó para volver a adelantar al filial albiazul (2-1).

Lejos de venirse abajo, el Tudelano siguió mandando en el juego. Aparicio, Taz y Bachiller se asociaban bien por bandas. Las sensaciones eran buenas, pero el gol no llegaba. En la segunda mitad, el dominio fue claramente blanquillo: posesión, llegadas y una presión que encerró por momentos al Alavés B en su área.

Ya en el tiempo añadido, con el Tudelano completamente volcado en busca del empate, una contra permitió a Arzak hacer el 3-1 en el minuto 90, poniendo el sello final al encuentro. Aún así, el conjunto ribero tuvo una última ocasión para recortar distancias: en el 93, Alayeto dispuso de un nuevo penalti, pero esta vez su lanzamiento lo detuvo el meta local.

La derrota deja al CD Tudelano en segunda posición, a un punto del líder, pero con la certeza de que el equipo compitió, generó más que su rival y ofreció una imagen sólida y ambiciosa. El marcador, esta vez, no hizo justicia a lo visto sobre el césped.
La próxima semana llega un compromiso de enorme importancia en el Ciudad de Tudela frente al Gernika, conjunto que llega empatado a puntos con los nuestros. Una oportunidad perfecta para reencontrarse con la victoria y demostrar, una vez más, la fortaleza del equipo en su estadio.

Un tropiezo que no frena la confianza ni las aspiraciones de un Tudelano que hoy mereció más y que sigue muy vivo en la lucha por el liderato.