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Cuando las fuentes valen más que la vida, una respuesta a Alejandro Toquero


Imagínese, por un momento, que usted está siendo bombardeado, que sus familiares están siendo asesinados su casa destruida, que no puede más y decide beber agua del mar en un intento desesperado por calmar la sed. Imagine que no hay más futuro para usted que aguardar la muerte en una ratonera de 350 kilómetros cuadrados. Imagínelo por un momento. Ahora imagine que, en una ciudad, a miles de kilómetros de allí, existe un político para el que todo ese dolor y sufrimiento, toda esa barbarie condensada en un pedazo de tierra minúsculo no tiene ninguna importancia y que aquel que te bombardea “tiene derecho a defenderse” masacrando a tu familia, amigos y conocidos. Es más, cuando en dicha ciudad se han intentado solidarizar con usted, ese político, paladín del orden y de la limpieza, no sólo no se ha puesto en primera línea para denunciar su situación, sino que ha puesto todas las trabas que ha tenido en su mano para destruir cualquier atisbo de solidaridad.

Ese político existe y se llama Alejandro Toquero y, como es costumbre en su forma de actuar gansteril, no ha dejado la ocasión para ponerse en el foco mediático una vez más.

Nuestro flamante alcalde en esta ocasión ha escogido como blanco de sus declaraciones el teñido de rojo de la Fuente del Instituto de Tudela, reduciendo el acto a puro vandalismo. Toquero sabe muy bien las simpatías que las acciones en solidaridad con Palestina pueden generar entre la población y, por ello, se ha servido de redes sociales y de manipulación fotográfica para esconder la realidad. Y es que Toquero puede reducir el acto a vandalismo, pero junto a la fuente, en el césped, se encontraban clavadas dos banderas palestinas, ondeando firmes en solidaridad con Palestina y denunciando la complicidad de las instituciones occidentales con el genocidio perpetrado por Israel, banderas que se ha molestado en esconder para tratar de disimular su bajeza y catadura ética y política.

Y es que la realidad es la que es, no la que a nosotros nos gustaría que fuera. Y en caso de Palestina y el Ayuntamiento de Tudela es tozuda: mientras Toquero trata de engalanarse con las medallas de amplitud de miras y respeto a la diversidad de opiniones, el aparato institucional de Tudela se ha dedicado a obstaculizar cualquier reivindicación a favor de la libertad de Palestina, para lo que no han dudado en multar en varias ocasiones a militantes por colocar carteles a favor del pueblo palestino o negarse a proporcionar tomas de luz para facilitar el desarrollo de las concentraciones a favor de Palestina. Y ahora vemos como un acto en solidaridad con Palestina es retorcido para servir a los intereses particulares de Toquero en su búsqueda incesante de protagonismo. ¡Vaya con las libertades políticas que gozamos en Tudela!

La acción desarrollada por el Consejo Socialista de Euskal Herria (EHKS por sus siglas en euskera) en las fuentes el pasado lunes buscaba denunciar la situación en Palestina y la complicidad de los gobiernos occidentales. Precisamente Toquero y el Ayuntamiento de Tudela, con su actitud hacia el pueblo palestino durante los últimos 8 meses demuestran de qué lado de la balanza están y la justeza de este tipo de denuncias. Y es que esto es lo que hay en La Ribera, políticos que encuentran tiempo para preocuparse por unos litros de agua con colorante inocuo, para perseguir la solidaridad, pero no para mostrar compasión y oposición con un genocidio en marcha.

Las amenazas no nos van a detener a los trabajadores comprometidos con la causa palestina y ante la continuación del plan para exterminar al pueblo palestino, los militantes del Consejo Socialista que nos encontramos en La Ribera anunciamos que proseguiremos las acciones en solidaridad, haciendo un llamamiento a todos los trabajadores a hacer lo propio y, en especial, a acudir a la manifestación que se celebrará en Pamplona el próximo 18 de Mayo, convocada por la plataforma Palestinarekin Elkartasuna.

¡Palestina vencerá!